Ya empezamos, en este pasado postacá, a desmenuzar «12 hombres en pugna». De todas las cosas que hace la película, una de las más importantes es mostrar un gráfico ejemplo de proceso deliberativo. Por eso, y por tantas otras razones, volvemos a citar la película una y otra vez y la recomendamos nuevamente.
Y quizás la recomendación más precisa y técnica es la siguiente: ver la película en primer lugar, tranquilamente, sin glosa, sin comentarios, sin análisis, la película por si misma debería disparar muchas ideas, sensaciones e impresiones. Después podemos usar la película para graficar deliberación y derecho penal, deliberación y proceso de argumentación en derecho o en política.
Comencemos por el principio: – Clase social y Derecho Penal: Como una excepcional película de Derecho Penal su vigencia se puede ver por los hechos del caso central que el jurado está analizando. Un chico de un «slum» -nuestras villas miserias- que ha pasado varias veces por reformatorios, violencia y exclusiones varias es acusado de asesinar a su padre luego de tener una discusión. Frases como «Los chicos de las villas son una potencial amenazada» o sinsentidos del tipo «es su naturaleza» están presentes desde el minuto 13 de la Película. «Los chicos de esos barrios son una real basura» dice uno de los personajes más importantes (minuto 21:32) y se genera una de las primeras intervenciones para discutir clase, selectividad y derecho penal.
Esto en una clase podría utilizarse -potencialmente- para a ver cuestiones y disparar discusiones tan importantes como la relación entre clase, jóvenes, derecho penal, y, específicamente, derecho penal juvenil.
– Razones: Los jurados le preguntan a Henry Fonda porqué está en desacuerdo con la mayoría. Henry Fonda retruca y simplemente le pide a los miembros del jurado que hagan una ronda comentando las razones por las que los 11 miembros piensan que el chico es culpable. La primer persona dice que «no sabe», «no puede ponerlo en palabras», «simplemente es culpable» y «no comprobó que era inocente».
«La carga de probar la culpabilidad está en la acusación. Todos son inocentes como principio, está en la Constitución» afirma a esos comentarios Fonda.
En el proceso de dar razones, las debilidades de las creencias se manifiestan y la «profundidad» de los relatos y argumentos de cada uno de los jurados se expresan con mayor claridad.
– Transformación de Preferencias. «Uds. no cambiará la opinión de nadie» 28:48. La mismísima definición de lo que hacemos.
Deliberar y transformar. Después de deliberar la votación se altera. No es un detalle que haya sido una votación secreta. Cada votación luego de deliberar modifica la votación sustantivamente. Ese es un ejemplo de lo que la deliberación pública debería hacer: dar razones a nuestras decisiones, permitir comprenderlas y fundamentarlas apropiadamente. Lo razonable sobre los hechos, sobre las interpretaciones y demás se pone a prueba y las personas cambian sus prejuicios por razones. Eso puede suceder en temas tan complejos como aplicación de la pena, aborto o matrimonio igualitario.
– Deberes cívicos. También hay en la película un potencial disparador sobre «deberes cívicos» en una democracia. Varios de los personajes están presionados y alienados en el jurado. Quieren irse a un partido, a trabajar o simplemente no quieren estar en ese espacio. La creación de incentivos y/o premios y castigos, al mismo tiempo de una práctica de participación como la de un jurado seguramente implique analizar cuáles son los desafíos para este tipo de instituciones inclusivas.
– Autoengaño. Como buen Wittgensteniano, un anciano (minuto 42:00 aprox ) intenta refutar uno de los testimonios más importantes de la acusación diciendo algo así como «No es que la persona haya mentido. Quería reconocimiento, entonces se autoconvenció en haber escuchado al chico gritar «Te voy a matar» y lo dijo ante el Fiscal como una forma de buscar atención.» No mintió, se autoengañó esa podría ser la conclusión. Y recordemos la frase de Wittgenstein «No hay nada más difícil que no autoengañarse».
– El Juego de las razones. Incluso aquellos que son dogmáticos, claramente prejuiciosos, hacia el final de la película piden razones para (minuto 49:00) los cambios de votos y ese es el comienzo de su definitivo final, porque cada vez que intentan poner en duda a sus compañeros entran en duda ellos. Y esa duda razonable sobre los relatos se vuelve irónica en este pasaje puntual del minuto 52:20. Véalo ud. mismo. Uno de esos momentos magníficos.
To be continued…