El Frente Abolicionista Nacional (FAN), una agrupación que tiene busca la abolición de la trata de personas y la prostitución, se lanzó en la ciudad de Santa Rosa.
La presentación se llevó a cabo a las 17 horas, con la presencia de la abogada Marta Fontenla, integrante de la Campaña Abolicionista «Ni una mujer más víctima de las redes de prostitución».
También estuvieron la periodista y ex funcionaria municipal Mónica Molina, la principal impulsora de los cierres de cabarés en la provincia; Mirta Fiorucci, de Mujeres por la Solidaridad; y Marta Ferreyra, la madre de Andrea López, quien era prostituida y desapareció.
Fontenla, Ferreyra, Molina y Fiourucci, al anunciar el frente.
«Hay que terminar con este sistema prostituyente», expresó Fontenla. «La prostitución no debe ser promovida como un trabajo, porque no cumple funciones sociales», dijo Fontenla. «¿La prostitución a quién beneficia? Beneficia a los grupos que violenta a las mujeres, a los grupos que piden niñas más pequeñas para abusar».
Pidió instar a las municipalidades para adherir a la clausura de esto locales. «Son los lugares privilegiados de explotación y trata de mujeres y niñas», sostuvo.
El FAN se constituye como una instancia de acción de las personas, grupos, y entidades de la sociedad civil que persiguen como principal objetivo la abolición del sistema prostituyente y la restitución plena de los Derechos Humanos a las personas afectadas.
Normativamente se sustenta, principalmente, en el paradigma contenido en la Convención para la Represión de la Trata de Personas y Explotación de la Prostitución Ajena, de 1949, la cual establece que la prostitución y el mal que la acompaña la trata son incompatibles con la dignidad humana y el bienestar de las/los individuos, o sea que no se pueden separar prostitución de trata, se informó en el comunicado.
El FAN persigue también a los prostituyentes y exige su condena. Asimismo, tiene en cuenta otros instrumentos del derecho humanitario internacional, tales como la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, firmado en 1979 e incorporado a la Constitución Nacional en 1994; la «Convención Americana sobre Derechos Humanos», conocida como «Pacto de San José de Costa Rica; la «Convención sobre los Derechos del Niño» del 20 de noviembre e 1989, el «Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales» del 19 de diciembre de 1966.
También cuestionó al intendente Luis Rogers (Lonquimay), quien llegó a decir que la prostitución era necesaria porque daba «contención espiritual» a los jóvenes. «Podría incurrir en promoción de la prostitución. Merece la sanción y el repudio social. Esta persona está violentando los derechos humanos de las humanas. Hay que desnaturalizar el fenómeno de la prostitución; que no se lo vea como algo normal que los varones exploten a mujeres. Deben ser sancionados los prostituyentes».
