A partir de la denuncia por abusos realizada hace diez días por un interno de la cárcel de Piñero, tres guardias del Servicio Penitenciario (SP) santafesino fueron pasados a disponibilidad y puestos a disposición del juez de Instrucción 15, Alejandro Negroni. De acuerdo a lo confiado por fuentes oficiales, «se comprobó una clara situación de maltrato» y por eso «se realizaron una serie de diligencias sumariales que recién finalizan». Los carceleros separados de sus cargos por orden del secretario de Asuntos Penitenciarios, Pablo Cococcioni, son un oficial y dos suboficiales que prestaban servicios en el módulo D de la prisión que los internos llaman «El pequeño Vietnam».
La Unidad Penitenciaria 11 dependiente del SP santafesino es la ultima cárcel construida en la provincia. Fue inaugurada en enero de 2006 bajo la gobernación de Jorge Obeid y está situada en el kilómetro 3,5 de la ruta 14, a 1 kilómetro del casco urbano de la localidad de Piñero y a 19 kilómetros de Rosario. Cuenta con cuatro módulos capaces de albergar a 180 internos cada uno y los presos que han pasado por allí la califican como «la más verduga» de la provincia.
En la celda. De acuerdo a lo confiado por fuentes penitenciarias, diez días atrás un interno del modulo D de la cárcel realizó, asistido por integrantes de la Comisión Antirrepresiva y por los Derechos Humanos, una denuncia contra sus carceleros. «El interno relató que los guardiacárceles ingresaron a su celda, lo trabaron con sus escudos y lo maltrataron física y psicológicamente. Hubo insultos y vejaciones. A partir de esa denuncia se comenzaron a realizar sumarios por parte de la división Asuntos Internos del SP», indicó el vocero consultado. «De esos testimonios surgieron elementos de cargo que expusieron una clara situación de maltrato», explicó.
Así se dispuso el pase a disponibilidad de los tres empleados del SP y se presentó la denuncia en el juzgado de Instrucción 15. «Será la Justicia la que deba esclarecer qué tipo de agresión sufrió el interno», indicó el vocero. Consultado sobre si el abuso de poder se podía emparentar con los casos de torturas denunciados por internos de la cárcel bonaerense de Florencio Varela y la situación del Servicio Penitenciario de esa provincia, la fuente fue tajante: «Al ciudadano común hay que decirle que la diferencia que existe entre Santa Fe y otras provincias está dada en que acá no hay tolerancia para ese tipo de casos».