Según relata Estela Pietropaolo, integrante de la Coordinadora Contra el Abuso Policial, en su cuenta de facebook “dos jóvenes de Santa Ana, VICTOR MATIAS LEZCANO (16) y ROGELIO OSCAR LEZCANO (30), fueron detenidos y golpeados por policías de Avellaneda, Moussy y Santa Ana, provocándoles lesiones y escoriaciones en diversas partes del cuerpo, siendo la más grave la fractura de maxilar de Rogelio producto de una patada”.
“El 27/07/2012, los hermanos Víctor y Rogelio Lezcano, circulaban por su pueblo donde se celebraba la fiesta patronal. En el club, centro de los festejos, un policía de apellido Toledo –comisaría de Santa Ana- empezó a provocar a Rogelio desafiándolo a pelear, este decidió entonces retirarse del lugar junto a su hermano. Luego de comprar cigarrillos en un kiosco decidieron volver para comprar una bebida y llevarla a su domicilio, en el trayecto fueron golpeados y arrojados al suelo por cuatro policías, entre ellos el citado Toledo y otro perteneciente a la comisaría de Moussy de apellido Cargnelutti”.
“Ya esposados y en el suelo fueron golpeados y luego trasladados a la comisaría de Avellaneda siendo aproximadamente las 21,30 horas. Al llegar fueron arrojados al piso y golpeados con manos y pies, allí le provocaron la fractura de maxilar a Rogelio, siendo el golpeador un policía de Avellaneda vestido de civil pero que no pudo ser identificado. Luego, mientras seguía la golpiza fueron esposados a columnas en la cochera del lugar mientras veían como un agente pateaba un móvil provocándole abolladuras mientras otro sacaba fotos a los daños para luego adjudicarle la responsabilidad de los mismos a los hermanos Lezcano (después se dieron cuenta de la maniobra, cuando les hicieron firmar una declaración)”.
“Alrededor de las 23 los llevaron al Hospital de Reconquista para constatar las heridas pero luego cambiaron de rumbo y los trasladaron al domicilio particular de un médico quien, en la vereda de su casa, les preguntó si les dolía algo y luego firmó un escueto informe que entregó a los policías».
«Antes de la medianoche fueron alojados en la alcaidía de Reconquista donde permanecieron hasta el día siguiente y luego dejados en libertad. Cabe acotar que en el transcurso de su odisea, los hermanos Lezcano fueron despojados del poco dinero que tenían, debiendo lavarse los restos de sangre que tenían, en la plaza de Reconquista –una vez en libertad- viajando como pudieron hasta su domicilio en Santa Ana, distante 20 km de Reconquista”, afirma Pietropaolo quien además adelante que “la correspondiente denuncia de los hechos será efectuada en la Fiscalía de Reconquista”.