La complejidad del fenómeno de las fiscalías y su funcionamiento justifica un análisis exhaustivo. Luego de indagar en las áreas de competencia oficial se intentó hablar con fiscales pero no quisieron hacer declaraciones por temor a la «represalia» interna de parte de la Procuración de la Corte. Por su parte, el abogado penalista, Diego Lavado, dijo lo propio y cargó contra la figura del procurador de la Corte y el funcionamiento del Poder Judicial.
Ahora bien, la temática no quedaría completamente abordada sin la opinión de una figura interna del sistema policial.
Se trata del comisario retirado Enrique Bracco, quien es un militante de la seguridad y fue uno de los pocos hombres de la fuerza que, en 1999, se puso del lado de la reforma de seguridad y judicial.
Bracco considera, a diferencia del ex ministro de Seguridad Leopoldo Orquín, que la Policía Judicial es una necesidad para que el sistema mejore: «La policía judicial auxilia al fiscal cuando se ha cometido un delito, busca a los sospechosos, levanta todas las pruebas posibles en el lugar de los hechos para después llevar a juicio a los presuntos autores. Esas son funciones fundamentales, que descomprimirían y mejorarían la realidad actual. Son por esencia investigadores».
«Investigaciones y Criminalística de la policía, deberían pasar de lleno a la policía judicial. Quedar en una mínima expresión trabajando en conjunto ayudados por una unidad de enlace. Además de confluir el trabajo del Poder Judicial con el ministerio de Seguridad y la policía de prevención. Es la única forma de que funcione» agregó.
Sin embargo, Bracco sabe que no es tarea fácil la de darle forma a un nuevo elenco de personas en el teatro de la seguridad.
«Hay que aceitar más, articular más y seguir de cerca con funcionarios de alto poder político la relación entre los judiciales y la policía. Sino pasa lo de ahora, en las comisarías estaban los policías y desde la llegada de las fiscalías sienten que les han ocupado espacio, lugar, y eso hay que trabajarlo para que funcionen como unidad».
Además, el hombre que integró durante 8 años el Consejo Administrativo del Instituto Universitario de Seguridad Pública (IUSP), trabajó en un plan de integración para la formación de los distintos intervinientes en la materia.
«En base a mi experiencia, creo que el IUSP tiene que ser el ente que forme, capacite y especialice a los hombres de la seguridad. Que forme al que no sabe nada, capacite al que quiere saber más y especialice al que tiene aptitudes que se lo permitan», argumentó.
«La idea que estoy tratando de fomentar es que desde el instituto formemos a los policías de prevención, policías judiciales, penitenciarios, preventores o seguridad municipal y a hombres de la seguridad privada. Que hablen todos el mismo idioma y una capacitación similar para ser afín con la matriz general de seguridad», finalizó en ex comisario.
Informe periodístico: Danila Bragagnini, Maximiliano Azcurra y Jimena Catalá