Raúl Abel Sánchez (31), un preso de la Unidad Penitenciaria 6 de Corrientes, que se encontraba internado en terapia intensiva desde el 16 de enero, falleció ayer en el hospital escuela General San Martín de la capital provincial “como consecuencia de una brutal paliza que recibió de parte de los guardias de esa cárcel”, denunció a Página/12 Hilda Pressman, de la Red Provincia de Derechos Humanos. Sánchez había ingresado al hospital con un cuadro de “traumatismo craneoencefálico” y desde el primer momento estuvo en estado de coma y con asistencia respiratoria. “Los familiares de Sánchez y la Red de Derechos Humanos hacen responsables, sin ningún tipo de duda, a los guardias del Servicio Penitenciario provincial y del grupo ETOP (Equipo Táctico de Operaciones Penitenciarias) que esa noche participaron de la golpiza, y también a las autoridades penitenciarias y del gobierno provincial que avalan discursivamente esta escalada de violencia represiva”, afirmó Pressman, en representación de la Red Provincial de Derechos Humanos.
La entidad, en un comunicado, exigió a las autoridades provinciales “una exhaustiva investigación judicial, con actuaciones acordes con la gravedad institucional de estos hechos, que sean identificados los responsables y exonerados de la fuerza, para evitar que haya más muerte y violencia en manos penitenciarias”. Hilda Pressman precisó que “después de los golpes y los tormentos que sufrió Sánchez en la Unidad 6, lo llevaron en estado de coma al hospital escuela y ya nunca logró recuperarse ni recobrar el conocimiento, a pesar de los cuidados que se le brindaron”.
Pressman recordó que la situación en la que se encontraba Sánchez recién fue conocida por sus familiares “a fines de enero, quince días después de la golpiza, cuando su esposa y su hermana tuvieron la noticia a través de la madre de otro de los detenidos en la Unidad 6”. Pressman recordó que durante los primeros días en el hospital, Sánchez “tuvo que permanecer amarrado a la cama con esposas a pesar de que se encontraba en estado de coma”. Esa medida ordenada por el Servicio Penitenciario provincial fue dejada sin efecto cuando intervino en el caso la fiscal Sonia Meza.
La representante de la Red Provincial de DD.HH. recordó que lo ocurrido en la Unidad Penitenciaria 6 a mediados de enero pasado “había quedado silenciado, porque entre el 14 y el 15 de ese mes se produjo un motín también reprimido con violencia en la Unidad Penitenciaria 1, en la ciudad de Corrientes, que ocupó los titulares de los diarios locales, mientras que lo que pasó en la U 6, que está lejos de la ciudad, recién se conoció en detalle a fines del mes pasado”.
El interventor del Servicio Penitenciario provincial, Miguel Angel Domínguez, confirmó ayer el deceso de Sánchez y reiteró que, además de la investigación judicial, se abrió “un sumario administrativa y una vez que concluya se tomarán las medidas disciplinarias que correspondan”. En su momento, Domínguez había señalado que existían “algunos elementos” que podrían servir para identificar a los que golpearon al detenido que ayer falleció. El ETOP es una fuerza de elite antimotines del Servicio Penitenciario de Corrientes, que acumula varias denuncias por hechos de violencia ocurridos en las cárceles provinciales.
Pressman afirmó que en el caso de Sánchez “hubo ensañamiento de los guardias contra él y contra otros dos presos que trataron de defenderlo”.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-187530-2012-02-14.html