“Vamos a avanzar; si Scioli lo quiere vetar, que lo vete”. La definición tiene peso propio por su contundencia, pero aún más por haber sido pronunciada por un senador cercano al vicegobernador Gabriel Mariotto. El legislador en cuestión le apuntó básicamente a la creación de la Policía Municipal de Prevención, un proyecto que fue impulsado hace varios meses por el Ejecutivo y que ahora, luego de aparecer planchado por la mayoría K en la Cámara alta, recobró súbitos bríos.
Dotar de más atribuciones a los intendentes en el manejo de la fuerza policial es el espíritu que, en mayor o menor medida, persiguen los diversos proyectos en danza. Sin embargo, anida en la mayoría kirchnerista del Senado la idea de “ir por más”. Traducido: avanzar en una autonomía de manejo de la policía por parte de los jefes comunales, mayor a la que se promueve en el proyecto impulsado por el ministerio de Justicia y Seguridad.
Ese esquema apunta a un objetivo central: en el marco de la fuerte postura crítica de la Casa Rosada a la política de seguridad bonaerense, de plasmarse la nueva fuerza tal como lo imagina el universo K, se reduciría el margen de maniobra en el manejo de la seguridad desde el poder central.
En las últimas horas Mariotto realizó la primera puesta en escena: convocó a un grupo de intendentes y a los diversos bloques políticos que trabajaron en iniciativas de estas características. Y se comprometió a avanzar con una reunión “de redacción” en busca de ir delineando un proyecto de síntesis.
El primer dato que habría que anotar es que el gobierno de Daniel Scioli presentó un proyecto de Policía Municipal. Lo plantea para municipios de más de 70 mil habitantes, con dependencia funcional del intendente aunque orgánicamente estará bajo el ala del ministerio de Justicia y Seguridad. En ese esquema, el jefe comunal tendría a cargo el diseño de las políticas preventivas y las acciones estratégicas de la fuerza, siendo responsable de su monitoreo. Su función: la prevención en la vía pública.
En abierta contraposición aparece una iniciativa alumbrada al calor K. De la mano del diputado Marcelo Saín, quien hace varios años fuera funcionario de Seguridad bonaerense en la gestión de Juan Pablo Cafiero, promueve una Policía Municipal en la que el intendente surge como el “jefe” absoluto de la fuerza. Y se plantea para los distritos de más de 100 mil habitantes, con lo que quedarían afuera del sistema algunas comunas del interior que ingresarían en el proyecto ideado por el ministro Ricardo Casal.
También presentaron proyectos el denarvaísta y ex comisario Guillermo Britos, que habilita a todos los municipios a contar con esta fuerza, con dependencia funcional del intendente y orgánica del ministerio de Justicia y Seguridad; el senador oficialista Jorge D`Onofrio y el diputado Franco Caviglia, vinculado al intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi.
PARA TODOS
Si bien, como se dijo, existen diversos proyectos sobre el tema, hay sectores K que buscarían no poner trabas para que los municipios puedan contar con su policía.
De hecho, algunos legisladores están proponiendo que no se establezcan topes de habitantes para poder adherir. “La idea es que el intendente que quiera hacerse cargo de la policía lo pueda hacer, aún cuando su comuna tenga pocos pobladores”, señaló una de las fuentes consultadas por este diario.
Otra de los temas tiene que ver con los recursos que tendrán las comunas que se sumen al sistema.
“Hay que establecer un sistema de coparticipación de recursos, para que los fondos lleguen en forma automática y poder financiar a la nueva policía”, se indicó.
La otra cuestión tiene que ver con la “pata judicial”. Es que hay legisladores K que sostienen que si no se avanza con una descentralización judicial más amplia, el nuevo sistema quedará “rengo”.
“Hay que establecer que con un mínimo de habitantes, el pueblo tenga que tener una fiscalía. De otro modo, la nueva policía por sí sola no será suficiente para combatir la inseguridad”, dijeron las fuentes.
