En el año 2003, el Movimiento Ecuménico de Derechos Humanos presentó un escrito en Tribunales Federales para denunciar cómo era el modus operandi en el Centro Clandestino de Detención conocido como Departamento de Informaciones 2 (D2) de la Policía de Mendoza; un lugar que se convirtió en símbolo de la última dictadura militar en nuestra provincia.
En el documento no aparecen sólo los nombres de quienes lideraban esa estructura, sino también la manera en que se accionaba y se torturaba o se elegía qué personas iban a ser secuestradas y quiénes ya habían sido eliminados. En otras palabras, de allí salían los nombres que se luego se transformaban en los bancos de los grupos de tarea.
Por la época en que fue presentado este «cuadernos de pruebas», aún no aparecen menciones sobre el ex comisario y ex subsecretario de Seguridad, Carlos Rico Tejeiro. Tampoco están los testimonios contra los ex camaristas federales Otilio Romano y Luis Miret. Los tres están imputados actualmente por diferentes delitos cometidos entre 1975 y 1983.
Rico está acusado de haber sido integrante del D2 y que sus órdenes durante su participación en el Grupo Especial 78 (creado específicamente para actuar en torno al Mundial de Fútbol de 1978) salían de donde actualmente es el Palacio Policial. Romano y Miret, en tanto, están sospechados por haber favorecido detenciones ilegales, torturas y homicidios cuando eran funcionarios de la Justicia Federal.
En el D2 se centraban casi todas las operaciones del aparato represivo. Y fue el lugar elegido en nuestra provincia por el terrorismo de Estado para planear las actuaciones conjuntas entre las difrentes fuerzas; tanto Ejército como Fuerza Aérea y Policía Federal y de Mendoza.