La familia de un chico de 14 años que murió en un caso de gatillo fácil, al recibir un disparo mientras sus vecinos robaban carbón, recibirá unos 336.000 pesos, luego de demandar al Estado por daños y perjuicios.
Si bien por el caso fue juzgado y absuelto el policía Cristian Bressán, durante el juicio quedó demostrado que los perdigones que mataron a Mauro Morán e hirieron a otros dos menores salieron de una escopeta que disparó algunos de los seis uniformados que participaron en el hecho.
Bressán también demandó al Estado, en 20011, por una suma importante por sueldos retenidos durante el tiempo que estuvo detenido, por los ascensos no otorgados y, principalmente, por el daño moral a que fue sometido (estuvo dos años detenido).
Tras el fallo que absolvió al policía, la familia de la víctima demandó al Estado, exigiendo una suma de 333.000 pesos. Ayer la jueza Beatriz Fernanda Salvini, responsable del Tercer Juzgado Civil resolvió a favor de los familiares del menor asesinado.
Robo de carbón
El 5 de mayo de 2006, unos vecinos del barrio Estación Cuadro Perdriel de Luján decidieron parar un tren para robar carbón. Los familiares del chico muerto se encontraban en el lugar.
En ese momento una camioneta de la policía detuvo a la altura del última vagón del tren y se bajó un uniformado. Se oyeron varios disparos efectuados por el personal policial.
Luego arribó un segundo móvil policial, que se detuvo cerca del otro patrullero y se bajó otro policía. Cuando el tren ya había retomado su marcha, un policía regresó en dirección a los móviles policiales. En ese mismo momento, por circunstancias que se desconocen, giró, apuntó y disparó su escopeta reglamentaria en dirección a los familiares de la víctima.
Los vecinos que estaban allí se dieron cuenta de inmediato que habían herido al hermano de la víctima.
Rápidamente los padres del menor se dirigieron al lugar donde estaba uno de los móviles policiales, solicitándole que los trasladaran al Centro de Salud de Luján, a los que se le sumaron algunos vecinos que comenzaron a increpar a los policías recriminándoles su accionar. En la confusa situación nadie se había dado cuenta que el chico de 14 años también había sido herido. Como pudo se dirigió hacia su casa pidiendo ayuda, y que al llegar al portón de la misma cayó desvanecido. Murió mientras era trasladado por un vecino a un centro de salud.
La demanda inicial pedía por el chico muerto 30.000 pesos por pérdida de chance y 200.000 por daño moral. En tanto que por el chico herido se requirió 65.000 pesos por incapacidad sobreviviente, 35.000 por daño moral y 3.000 por gastos médicos.