¿Tienen que sindicalizarse las fuerzas de seguridad? La discusión no es nueva en la Argentina; pero retomó fuerzas un par de semanas atrás, tras el acuartelamiento de personal de Gendarmería Nacional y de Prefectura que reclamaba por el recorte de sueldos ocasionado por una mala aplicación del decreto n° 1307 del PEN. La protesta dejó una decena de uniformados en disponibilidad y un funcionario, Raúl Garré, separado del cargo.
En Tucumán, el debate tampoco es nuevo. Desde 1983 a esta parte, en la Policía tucumana hubo numerosas rebeliones que crearon clima de inseguridad; y de esos escenarios surgieron algunas figuras, como la de Enrique Díaz. Retirado de la fuerza en 1999, el comisario general Díaz formó entonces el Agrepo, gremio al que los policías del resto del país reconocen como «el gremio pionero de la fuerza». De todos modos, Agrepo no ha sido reconocido como gremio por la autoridad competente, el ministerio de Trabajo.
Precisamente, como destaca la abogada Luisa Contino, docente y experta en Derecho Laboral, sin una ley que lo contemple, con la legislación actual, ningún integrante de las fuerzas armadas, ni policiales pueden conformar asociaciones sindicales.
La experta en derecho del Trabajo añadió, en ese sentido, que actualmente existe un proyecto del diputado Víctor de Gennaro para la sindicalización de la policía, y luego del reciente conflicto con Gendarmería, De Gennaro y Margarita Stolbizer (FAP) pretenden impulsar la posibilidad de que los efectivos de la Gendarmería y Prefectura puedan sindicalizarse, como un paso para la democratización de esas fuerzas.
La doctora Contino recordó lo que la semana pasada dijo la jueza Elena Highton de Nolasco, integrante de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, respecto de la protesta de gendarmes y prefectos: que «hay que tener cuidado» con el reclamo que llevan adelante efectivos por mejoras salariales porque «están armados» y prestan «un servicio público muy relevante». En el mismo sentido, la especialista reconoció que hay distintas opiniones de expertos en torno a la sindicalización. Y acordó con el experto Juan Carlos Fernández Madrid en que, «tratándose la seguridad de una de las funciones que el Estado se reserva en forma exclusiva, es una cuestión que «debe ser tratada con extrema prudencia».
En cambio, en la Corte Suprema de Justicia de la Nación las posiciones están divididas. Es conocida la opinión del juez Raúl Eugenio Zaffaroni en favor de la sindicalización de la policía.
En Tucumán, el titular de la CTA «opositora», Salvador Agliano, apoya la sindicalización de las fuerzas, amparado en la Convención de Derechos Humanos. «Eso sí, cualquier tipo de reunión o actividad sindical se debe hacer sin armas de fuego. Es la única limitación que establece la OIT (Organización Internacional del Trabajo). ¿Por qué se les va a negar, como a cualquier trabajador, el derecho a sindicalizarse»? plantea. Y enfatiza: «En Tucumán hubo numerosas protestas policiales; y sindicalizarlas haría que baje el impacto que generan las revueltas de las fuerzas de seguridad. Creemos que es fundamental para ejercer el derecho a la sindicalización la democratización de la fuerza; acortar la brecha entre el oficial y el suboficial, que no es más que un trabajador que expone su vida a diario. Y esa democratización, lo sabemos, no se hace de un día para el otro.
-¿Qué garantiza que a la hora de hacer valer su reclamos no usen las armas del Estado?
«No se puede garantizar, por eso los organismos internacionales hacen hincapié en esa salvedad», admitió Agliano.
No es esa, sin embargo, la única salvedad hecha por los organismos internacionales. Para la OIT, cada Estado debe juzgar si considera oportuno – o no- acordar los derechos de sindicalización a los miembros de las fuerzas armadas y policiales.
fuente http://lagaceta.com.ar/nota/515217/politica/revive-debate-sobre-sindicatos-para-uniformados.html