Un escándalo generó en Chaco la noticia de que uno de los miembros del Superior Tribunal de Justicia (STJ) de la provincia chocó el domingo bajo un estado de ebriedad evidente. La escena ocurrió sobre la Avenida Las Heras al 500, en la zona céntrica de Resistencia, y todas las miradas apuntan al juez Ricardo Franco, que el domingo a las 11:25 embistió con su Volkswagen Bora, a un Chevrolet Corsa Classic, sin percatarse de que este auto que circulaba delante suyo estaba deteniéndose. Los dos ocupantes del vehículo chocado, Oscar Merino (48) y su hijo Oscar Omar Merino (22), agente de policía de Vigilancia Céntrica, fueron atendidos en el lugar por fuertes dolores de cabeza y espalda, y el hombre mayor debió ser trasladado al Hospital Perrando.
Cuando llegaron los móviles policiales, el ministro del STJ adujo no tener golpes. Sin embargo, el médico policial Marcelo Fanti lo examinó y le diagnosticó primer grado de intoxicación alcohólica con aliento etílico, por lo que decidieron que se dirija a la comisaría. En ese momento el magistrado optó por volver a subirse al auto y manejar hacia la sede policial, hasta que un agente lo convenció de llevarlo, cortando con la discusión que se había generado entre los presentes, a lo que se sumó la actitud de un perito del Poder Judicial que intentó impedir el trabajo de un fotógrafo periodístico.
Ya en la comisaría, le realizaron el control de alcoholemia que dio un resultado positivo de 3,05 gramos de alcohol por litro de sangre, bastante superior a los 0,5 que actualmente permite como máximo la legislación. Según fuentes judiciales, el STJ estaría por reunirse para analizar el caso, aunque evitaron dar más detalles. El único ministro del STJ que se pronunció fue Mario Modi, quien señaló: «No me consta nada. Luego se verá.»
El ministro de Gobierno chaqueño, Juan Manuel Pedrini, confirmó lo constatado por la policía y consideró que «es un hecho lamentable, que lesiona lo dispuesto por el artículo 11 de la Constitución Provincial, que dice que es condición esencial para el desempeño de los cargos públicos la observancia de la ética».
Finalmente, el juez fue puesto en libertad, aunque las repercusiones continúan y se agregan a un historial de conflictos y polémicas que lo arrastran en el último tiempo. El gobernador Jorge Capitanich lo había denunciado junto a otros dos magistrados, a mediados de 2010, por irregularidades en sus designaciones durante los mandatos de los radicales Ángel Rozas y Roy Nikisch. Franco volvió a las primeras planas el mes pasado, cuando declaró que en la provincia «políticos, jueces y empresarios viven muy bien porque bancan a delincuentes».
A raíz de estos dichos fue convocado por la Legislatura y recayó sobre él un pedido de juicio político a cargo de la Unión de Trabajadores Judiciales por supuesta «inhabilidad psíquica, abuso de autoridad, desconocimiento del derecho y mal desempeño». Un miembro del sindicato, Walter Bernard, sostuvo que el sábado, antes del hecho de tránsito, Franco lo llamó y lo amenazó diciéndole: «Hijo de puta, te voy a ganar.» «
