En el mundo entero existen varias asociaciones, ong de derechos humanos, entidades públicas y privadas que trabajan en las cárceles organizando varias actividades. Algunos de ellos creen en la capacidad expresiva y liberadora que posee el arte, y obtienen a través de las actividades de artes escénicas y visuales unos resultados positivos en los privados de libertad. La directora de la asociación Signos Teatro Danza, Ofir León, ha reunido este año en Costa Rica a varias personas que trabajan con la pedagogía, el arte y el teatro en las cárceles, para la celebración de la edición número uno del Primer Congreso Iberoamericano de artes escénicas y visuales para el empoderamiento en derechos humanos de privados y exprivados de libertad.
La Asociación Signos Teatro Danza y el Primer Congreso
La asciación Signos Teatro Danza es una entidad sin fines de lucro que se fundó en 1995 en Colombia con el propósito de promover la observación de derechos humanos y el mejoramiento de la calidad de vida a través del intercambio de las experiencias creativas. Desde el año 2002, la asociación tiene su sede en Costa Rica y emprende acciones de formación, de producción artística y de reinserción positiva. El equipo que trabaja en Signos Teatro Danza cree en el poder del arte y su gran función social. Con este lema y gracias a su experiencia en organización de eventos sociales y culturales, la asociación ha organizado este año en Costa Rica el Primer Congreso de artes escénicas y visuales para el empoderamiento en derechos humanos de privados y ex-privados de libertad.
El Arte como herramienta de reinserción social
Muchos talleres de dibujo, pintura o teatro que se organizan actualmente en las cárceles se reducen a meras actividades de ocio y entretenimiento, sin tomar en cuenta los benificios del arte sobre las personas privadas de libertad. La asociación Signos Teatro Danza cree fuertemente en el poder terapéutico que tienen el arte y las actividades lúdicas en la prevención del delito y la reinserción. Como ha observado que algunas personas introducen ya el arte en las cárceles desde una perspectiva constructiva en terminos de derechos humanos, el Primer Congreso las ha reunido en noviembre de este año durante una semana en San José de Costa Rica.
Un proyecto pionero y un espacio de intercambio
El Primer Congreso es una propuesta pionera en América Central. Por primera vez se han reunido en esta parte del continente a invitados provenientes de distintos países de América Latina y Europa, y de distintos sectores profesionales. De esta forma el Primer Congreso se ha convertido en un espacio de intercambio de experiencia y de diálogo en torno a los derechos humanos, la educación para la paz, la cultura, la seguridad preventiva y las políticas para la reinserción.
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Un programa completo: actividades y ejes temáticos
La asociación Signos Teatro Danza ha organizado el Primer Congreso en colaboración con Iberescena y varias instituciones públicas y privadas. Durante 5 días – del 8 al 11 de noviembre – museos, teatros, institutos y centros de detención han abierto sus puertas y han permitido que se desarrollasen las actividades del programa del Primer Congreso. Este último se articula entorno a 4 temáticas: artes escénicas y visuales como herramienta de transformación y reinserción social, análisis conceptual de los métodos de castigo y vigilancia, derechos humanos de privados (as) de libertad y empoderamiento en contextos de vulnerabilidad. Esta temática ha sido el punto de partida de las actividades propuestas a los invitados y al público externo. El programa contemplaba talleres impartidos por los invitados del Congreso en distintos centros penitenciarios. En varios teatros de la ciudad se pudieron ver espectáculos representados por presos. Se expusieron también los proyectos de los participantes en el Museo de Arte Costarricense, y se dieron conferencias y charlas relacionadas con las temáticas del Primer Congreso.
El Primer Congreso Iberoamericano as-av-dh ha conseguido celebrarse con éxito y entusiasmo. Todos los invitados han aplaudido esta iniciativa que permite intercambiar no sólo herramientas, metodologías y experiencias en el mundo carceral, sino compartir una ilusión y una forma humana de ver y concebir las situaciones de encierro y sus salidas.
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