Según cifras del Servicio Penitenciario Federal a septiembre pasado, de estos dos magistrados, Axel López y Marcelo Peluzzi, dependen los 3.000 condenados por la Justicia de Capital alojados en cualquiera de las 36 cárceles federales del país. A estos presos hay que sumarles condenados en libertad condicional, los que tienen penas en suspenso y las probation, que también deben supervisar y suman más de 20.000. A ello se suma la situación similar que vive la única fiscalía de Ejecución a cargo de un secretario.
Frente a esta situación, las autoridades judiciales solicitaron al presidente de la Cámara de Casación Penal, Pedro David, autoridad de la que depende el fuero de Ejecución Penal que se nombrara de emergencia a alguien para ocupar el Juzgado de Ejecución N°1, que ambos subrogan por turnos.
La respuesta de Casación fue poner en conocimiento del Consejo de la Magistratura la situación de la Justicia Nacional de Ejecución Penal para que se inste la pronta conclusión del trámite de los concursos pendientes, a fin de cubrir las vacantes existentes en los juzgados nacionales de Ejecución Penal 1, 2, y 5”.
Además se pidió a los jueces de los tribunales orales criminales que se postularan para cubrir provisoriamente la vacante del Juzgado 1 para aliviar un poco la situación. Pero de 90 jueces sólo respondieron dos. Finalmente se eligió a Domingo Luis Altieri para ocupar el cargo entre el 1° de noviembre próximo y el 30 de abril de 2013, según informa el diario Clarín.
Los números de la Corte expresan que en 2010 el fuero de Ejecución empezó el año con unos 50.000 expedientes en trámite y, a lo largo del año, sumaron 7.000 más. En doce meses, los dos jueces a cargo resolvieron 7.500 trámites (entre ellos, 679 libertades condicionales aprobadas y 46 rechazadas) por lo que quedaron otros 50 mil pendientes.