Sin los votos necesarios en su bancada para aprobar la legalización de la marihuana, el Frente Amplio intentó apurar el trámite parlamentario del proyecto y votarlo en 20 días. La oposición se enfureció con el planteo.
El apuro del Frente Amplio por aprobar la iniciativa que legaliza la venta de marihuana desencadenó un duro cruce entre legisladores oficialistas y de la oposición, en la reunión de ayer de la Comisión de Adicciones en la Cámara de Diputados.
El diputado Sebastián Sabini (MPP) pidió que el proyecto se votara en diciembre en la Cámara Baja y junto al diputado socialista Julio Bango propuso que se hiciera una «jornada especial» para recibir a todos los invitados a opinar sobre la iniciativa del Frente.
Los legisladores informaron que la doble jornada para escuchar las opiniones provenientes de ámbitos académicos, del Poder Ejecutivo y de las organizaciones sociales se haría el próximo jueves 6 de diciembre.
El planteo generó tensión dentro de la comisión, donde se desató una discusión entre Sabini y y los diputados Gerardo Amarilla (Aire Fresco) y Pablo Iturralde (Alianza Nacional).
Amarilla se molestó tanto que se levantó y se retiró de la reunión. Poco antes, había asegurado que apresurar los tiempos es «contradictorio» a los anuncios del Frente Amplio sobre un tratamiento «serio y profundo» del tema.
Iturralde cuestionó el hecho de que el Frente Amplio informara a la oposición del proyecto «media hora antes de que estuviera colgado en una página web». «No nos enteramos por la prensa», ironizó el legislador nacionalista.
«¿Por qué lo redactaron ustedes solos al proyecto, si sabían que la oposición había manifestado tiempo atrás su interés en colaborar con la iniciativa?», preguntó Iturralde.
El legislador advirtió que «en todos los temas pasa lo mismo: arreglan el proyecto en el Frente y después hay un equilibrio tan frágil que no se le puede cambiar ni una coma».
Iturralde señaló que por la forma de actuar de la bancada oficialista «parece que sobraran 49 diputados en la Cámara», aludiendo a la oposición. «Si seguimos así tenemos que dejar un delegado que sea quien avale las decisiones de la Mesa Política del Frente», aseguró.
Bango rechazó esas expresiones diciendo que no las iba a «permitir». Iturralde replicó: «Seguiré diciendo lo que se me antoje, cuando se me antoje y no me imagino cómo usted diputado me lo va a impedir».
El malestar de los nacionalistas se debió a que el oficialismo presentó el proyecto después de dos años «de marchas y contramarchas» y ahora no permite un estudio detallado de la iniciativa.
Amarilla dijo a El País que luego de retirarse de la reunión, recibió una llamada de la diputada Daisy Tourné (Partido Socialista) extrañada por lo que había sucedido.
Según Amarilla, Tourné le dijo que «algunos sectores dentro del Frente no tienen posición tomada» sobre el proyecto y advirtió que el Ejecutivo tampoco se ha manifestado. La legisladora se mostró comprensiva con el planteo de la oposición de solicitar más tiempo para el estudio del proyecto.
POSPUESTO. Otro de los puntos álgidos de la reunión de la Comisión de Adicciones se produjo cuando Iturralde reclamó la presencia del Ejecutivo en la comisión. Los blancos recordaron que la Junta Nacional de Drogas canceló varias veces su visita al Parlamento.
«El prosecretario (Diego) Cánepa iba a venir a la comisión cuando usted se fue de viaje», le respondió Sabini a Iturralde.
A la comisión concurrió ayer el abogado Diego Silva, de la Junta Nacional de Drogas y a quien desde el Frente Amplio se le agradeció su «colaboración» con la bancada oficialista.
Iturralde le preguntó entonces si era representante del Poder Ejecutivo, a lo cual se le respondió que era de la bancada y que había sido adjunto al diputado oficialista Felipe Michelini, lo que causó cierta sorpresa porque se esperaba a un representante del Poder Ejecutivo.
Tras el informe del abogado, los diputados oficialistas insistieron en conocer la opinión del Ejecutivo y por eso se solicitó la convocatoria de Cánepa, para el próximo jueves 22. También se planteó la convocatoria de cátedras de distintas facultades para opinar sobre el tema.
Sin embargo, Sabini volvió a insistir sobre la necesidad de aprobar el proyecto antes de que finalice el año. El diputado dijo a Teledoce que «algunos legisladores deberían trabajar 12 horas como hace cualquier ciudadano».
VOTOS. El Frente Amplio no cuenta con los votos necesarios adentro de su bancada para aprobar la legalización de la marihuana. El diputado Darío Pérez (Liga Federal) planteó su discrepancia con la medida, aunque prometió estudiar la iniciativa. El diputado Andrés Lima (Espacio 609) no estaría dispuesto a votar el proyecto según trasmitió a otros diputados oficialistas.
A su vez, el diputado Walter De León (Espacio 609), manifestó sus discrepancias con el autocultivo de la droga y planteó que la venta de marihuana se haga con receta médica. El diputado Javier Doreen Ibarra (Fidel) también pidió tiempo para analizar el tema.
Frente a esta realidad, el Frente Amplio apuesta a que legisladores de la oposición que acompañaron el autocultivo de marihuana apoyen la iniciativa. Sin embargo, legisladores de la oposición tampoco aseguraron su voto al proyecto.
El diputado Luis Lacalle Pou (Aire Fresco) dijo que la iniciativa le pareció «extremadamente conservadora por el registro de consumidores y la cantidad de gramos que establece». Recordó que en el año 2010 fue el primero en presentar un proyecto de autocultivo de cannabis, que incluía el tratamiento para adictos y el aumento de penas a narcotraficantes.
El diputado colorado Fernando Amado tampoco aseguró su voto a la iniciativa. «Recién tomé contacto con el proyecto, lo voy analizar junto con la bancada», dijo.