El presidente de la Corte Suprema provincial advirtió que “hay que respetar una decisión que ellos sabían que iba a provocar escándalo público”. Antonio Estofan se refería al fallo absolutorio de los trece imputados por parte de los jueces Alberto César Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano. Aunque también señaló que a esa resolución “la respeto, pero no sé si la comparto”, porque aún nadie conoce los fundamentos que subyacen, agregó que de todos modos esa sentencia podía cambiar porque “seguramente llegará a la Corte” provincial en la sucesión de apelaciones. Nada de todo ello, por lo demás, puede sustentar un pedido de intervención del Poder Judicial provincial, agregó. “No hay motivos para eso. La Justicia tucumana funciona bien. Que haya una sentencia como la que se está cuestionando no es suficiente.” Estofan no hizo referencia a las declaraciones periodísticas de Piedrabuena, quien el día anterior había arriesgado que el caso Marita Verón “seguramente quedará impune”.

“Es una barbaridad decir que la voz de una víctima de trata, de una chica que estuvo secuestrada en una red de trata de personas, no es válido como prueba. En estos casos, muchas veces es lo único con que se cuenta”, planteó a este diario la directora de la Fundación María de los Angeles, Andrea Romero Redón. “Es una vergüenza haber escuchado no solamente la sentencia de absolución de los trece imputados sino que, además, fue por unanimidad” tras un juicio en el que las víctimas rescatadas que declararon fueron revictimizadas. “Esperemos que no sea así como dijo el juez, que no quede impune.”

La idea de demandar intervención al Poder Judicial de Tucumán, adelantada el día anterior por el abogado José D’Antona, durante la conferencia de prensa que había brindado Susana Trimarco, no tiene asidero de acuerdo con el juez Estofan. “No hay motivos” para pedirlo. ¿Cuáles sí podrían serlo?, quiso saber este diario. “Tiene que haber una crisis grave. Hoy no la hay. El Poder Judicial está trabajando, todos los tribunales están trabajando”.

Para el juez de la Corte Estofan, las respuestas al fallo en el juicio por Marita Verón tuvieron un impacto “exagerado” aunque también “previsible”. “Estoy impactado como juez por la reacción. Es un caso de características especiales, pero es un tema que hay que tratar con responsabilidad, con delicadeza.” Si bien durante la mañana había aventurado que “no va a quedar esa sentencia”, pasado al mediodía explicó a este diario y otros medios que hacía mención a la sucesión de tramitaciones que todavía puede tener por delante la causa. “Es una sentencia de primera instancia, porque es pasible de ser recurrida” a punto tal que posiblemente llegue a la Corte Suprema provincial. Recién entonces, explicó, le tocará leer los fundamentos de la sentencia, que se darán a conocer el martes próximo y que, de acuerdo con trascendidos judiciales, ronda al menos las 500 páginas.

Mientras la actividad en los tribunales decrecía, desde una sala de reuniones con vista a la plaza Irigoyen, el juez Estofan recordó que el día anterior se había encontrado con los jueces Piedrabuena, Herrera Molina y Romero Lascano. “Yo estaba visitando las oficinas del fuero penal y los saludé. Vi que estaban tranquilos. Sobre el tema no hemos conversado”.

Mientras en la Fundación María de los Angeles los abogados trabajan en las preliminares del pedido de jury que harán para los integrantes de la Sala II de la Cámara en lo Penal, Romero Rendón calificó como “impresionante” la “revictimización a la que sometieron a las chicas que declararon en el juicio”. “Sólo en un caso los jueces ubicaron a los imputados en la parte de atrás de la sala, porque una de ellas declaraba asistida con psiquiatra. Todas las demás tuvieron que declarar mirando a los imputados, a las personas que las habían tenido sometidas. Es muy fuerte eso, y además soportar chicanas de los abogados defensores. Todo para llegar a esta absolución. Es indignante desde todo punto de vista.”

 

 

fuente http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-209867-2012-12-14.html