“A primera vista, los delitos son hurto calificado y robo calificado. En ambos casos por ser en banda. Se junta una cantidad de gente, entra a los comercios, se llevan las cosas, y está cantado entonces que es en banda. El robo calificado tiene un mínimo de seis años de prisión. Es un delito serio, muy grave.” El encuadre fue hecho ayer, ante Página/12, por María del Carmen Falbo, procuradora de la Provincia de Buenos Aires, es decir jefa de todos los fiscales bonaerenses. Falbo estuvo trabajando todo el fin de semana y dio la instrucción de que todos los fiscales debían estar en sus puestos y alertas. Anoche, todavía había varios fiscales tomando indagatorias y –según afirman– funcionó una coordinación con la Policía Bonaerense y con el Servicio Penitenciario que trasladó a la gran mayoría de los imputados –cerca de 500– directamente a penales de la provincia.
–¿Con qué circunstancias se encontraron? –preguntó este diario.
–Los fiscales tuvieron que trabajar sobre hechos diferentes. En algunos casos, los imputados se agruparon y entraron en forma violenta, rompiendo las puertas o los vidrios de un comercio. En otro casos entró alguno y sacaba los productos entregándoselos a personas que esperaban afuera. Hay también detenidos a los que se los encontró con cosas robadas a varias cuadras de los comercios. Estamos hablando siempre de casos de flagrancia, es decir que se los sorprendió o entrando o llevándose cosas o en posesión de elementos robados.
–¿Hubo una instrucción a los fiscales sobre cómo actuar?
–No sobre los casos ni cómo encuadrarlos. La instrucción que sí dimos es que se trataba de una serie de hechos de máxima importancia a los que había que darles respuesta de inmediato. Por lo tanto se convocó a que todos estuvieran alertas y en sus puestos.
–¿Por qué se mandó a la mayoría de los imputados directamente a cárceles?
–Las órdenes fueron dadas por los jueces de garantías, pero los fiscales calificaron los delitos como hurto o robo agravado por ser cometidos en poblado y en banda. De manera que se les tomó declaración indagatoria a los imputados y luego los jefes ordenaron el traslado a la cárcel en la mayoría de los casos. Hubo algunos penales que no tenían lugar y en esos casos se dispuso el alojamiento en algunas dependencias policiales. Los menores fueron entregados a sus padres. La proporción de menores fue del diez por ciento o tal vez menos. Entiendo yo que los hechos de estos días fueron muy distintos de los de 2001 y el encuadre judicial también es distinto: en 2001 todos recuperaron su libertad casi de inmediato. No ocurrirá lo mismo esta vez.
–¿Cuáles son los próximos pasos?
–Los jueces tienen que determinar si convierten todas estas aprehensiones en prisiones preventivas. Los fiscales van a trabajar en consolidar la prueba. Por ejemplo, hay una cantidad grande de filmaciones. Los jueces tienen unos quince días para resolver. Cada fiscal y cada juez trabajarán obviamente caso por caso.
–Por lo que le informan los fiscales generales de cada departamento, ¿sigue habiendo casos?
–No, el viernes a la noche tuvimos muy pocos hechos y el sábado casi ninguno. Creo que la policía actuó muy bien. Los operativos fueron muy intensos y eso fue muy disuasorio.
fuente http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-210495-2012-12-23.html