En el post reciente sobre la Asamblea del Año XIII mencioné el Decreto de Seguridad Individual de 1811, como el inicio (no lo digo yo, lo dice todo el que sabe de esto, claro). Pero estoy muy tentado de desdecirme: la “democratización de la justicia” (en realidad, de todas las dignaturas de la incipiente patria) empezó un año antes:
“Si deseamos que los pueblos sean libres, observemos religiosamente el sagrado dogma de la igualdad. ¿Si me considero igual á mis conciudadanos, porque me he de presentar de un modo que les enseñe que son menos que yo? Mi superioridad solo existe en el acto de ejercer la magistratura, que se me ha confiado; en las demás funciones de la sociedad soy un ciudadano, sin derecho a otras consideraciones que las que merezca por mis virtudes.” (Fragmento del Decreto sobre supresión de honores al Presidente de la Junta y otros funcionarios públicos. 6 de diciembre de 1810. Fuente: Gaceta de Buenos Aires (1810-1821), reimpresión facsimilar dirigida por la Junta de Historia y Numismática americana, Buenos Aires, 1910, pág. 711: Gaceta correspondiente al 8 de diciembre de 1810. Tomado del sitio “El Historiador”)
No digo que a todos. Pero que a unos cuantos que conozco le haría falta usar este parrafito como mantra matutino durante los próximos cien años, como dice el tango, se lo puedo garantir…
fuente http://politicacriminalbonaerense.wordpress.com/2013/01/31/algunos-jueces-tendrian-que-escribir-esto-cien-veces/