En declaraciones al programa radial “La Mañana Líder”, el juez Javier Muschnick aseguró que “la mayor preocupación está en la celeridad en los procesos, modificando los procedimientos, el papel aletarga, burocratiza los trámites, entonces el objetivo es lograr mayor publicidad, oralidad y transparencia”.

 

Sobre el principal eje de los cambios, agregó, “la reforma en el sistema acusatorio formal, el fiscal hace el rol de acusador y contribuye a recabar las pruebas necesarias para llevar las causas a juicio, y el juez resuelve”, dijo, asegurando que el fiscal actuaría “como instructor y el juez será un juzgado de garantías”.

 

Esto implicaría cambios, “en un ámbito de audiencias más orales, reconvertir gente del juzgado a la fiscalía, por que la oralización evita la delegación y requiere más de jueces, pero también requiere de una movilización de infraestructura importante”, incluso agregó la posibilidad de “reducir el grado de apelaciones”, a fin de acotar procesos que actualmente se hacen interminables.

 

Este cambio de raíz, Muschnick agregó, “antes de llegar a esa reforma general se debe consensuar con los colegios de abogados y magistrados, uno puede ir sugiriendo reformas, pero del consenso surgirán cosas con las que elaborar a futuro la modificación del Código Procesal Penal”, dijo el magistrado.