NEUQUÉN (AN).- El jefe de la policía Raúl Laserna planteó la necesidad de «hacer un profundo análisis del sistema legal» ya que «los delincuentes andan como pancho por su casa», en alusión a lo rápido en que recuperan la libertad tras ser detenidos.
Entiende que ha crecido la violencia interpersonal en la provincia con el agravante de que «todos tienen un arma a mano» motivo por el cual crecieron los homicidios.
«Por las circunstancias en las que se dan los homicidios son imposibles de prevenir. El crecimiento de la tasa se lo adjudico al incremento de la violencia, no solamente para cometer hechos delictivos, sino en las relaciones interpersonales en general. Antes algunos conflictos se solucionaban con un empujón o un par de trompadas hoy todo el mundo tiene a mano un arma», opinó.
Cree que no se está haciendo foco en el verdadero problema. «Estamos medios preocupados porque están entrando hormiguitas por la ventana y no vemos el elefante que está caminando por el living. Tenemos dos casos emblemáticos: el Kikín tiene 17 años, tres homicidios, nueve robos calificados y anda caminando como si nada».
Añadió: «En Confluencia detuvimos a un hombre mayor que en una hora le robó la cartera a cuatro mujeres y a dos de ellas las arrastró por la calle. Lo atrapamos y lo llevamos a rendir cuentas a la justicia, donde tenía cinco causas más abierta por robos. Firmó los papeles y quedó en libertad. Esto en sí mismo amerita un análisis profundo de nuestro sistema legal, no lo digo desde una mirada represiva pero tenemos que aceptar esta realidad y ponerla sobre la mesa», advirtió el responsable de la policía.
«No son tantos los delincuentes, el problema es que reinciden y andan como pancho por su casa y se le ha perdido el temor reverencial que existía antes a la Justicia. Antes pararse frente al juez era una bisagra, hoy es una maquina de firmar papeles y expedientes», criticó.
«No sé si la cárcel es la solución, en todo caso en la cárcel se tendrán que ampliar los programas de reinserción social, pero el tampoco el análisis contrario de que la cárcel no sirve y no soluciona, porque pone en jaque a todos los que trabajamos honestamente, mandamos los chicos a la escuela y tenemos adolescentes que van a un boliche», comentó.
Agregó: «Un loquito de estos pasados de rosca limpia un pibe porque lo miró mal. Miren al taxista San Miguel».
«No sé si lo que digo molesta a jueces o legisladores. En un momento estuvo de moda ser progresista y copiar a países avanzados pero nuestra realidad es distinta. El diagnóstico está en la mesa, la cosa es encararlo», remarcó.
Una anécdota
Cuando ni siquiera integraba la cúpula policial Laserna tuvo una experiencia que lo marcó a fuego respecto cómo los delincuentes se mueven con total impunidad.
«Enfrente de casa vivía mi suegra, yo por ese entonces me desempeñaba en Asuntos Internos, cuando observé que un tipo trataba de entrar a lo de mi suegra. Saqué el arma y di aviso para que lo detuvieran. El tipo trabajaba como supervisor en una empresa de seguridad y el curro que tenía era llevar en la mochila el uniforme y después que robaba se lo ponía y fingía dar una mano a la policía.
Después que se lo detuvo lo llevaron a la Justicia y cuando al otro día recuperó la libertad se acercó a mi casa, donde estaban mis hijos y mis nietos, y me amenazó con mucha diplomacia», recordó.
