La fiscalía y la querella coincidieron hoy en pedir la pena de prisión perpetua contra los cinco policías bonaerenses acusados de haber torturado hasta la muerte al joven Gastón Duffau en 2008.
Se trata del joven detenido en febrero de 2008 en un local de comidas rápidas, presuntamente por un disturbio menor, y colocado en la caja de una camioneta policial con doble juego de esposas y atado de pies, donde -según la acusación- habría sido sometido a una brutal paliza .
Por el hecho están imputados los policías Luis Acuña, Leonardo Brandán, Mauro Ponti, Natalio Denaris y Rubén Steingruber, quienes habían sido absueltos en un primer fallo anulado por la Cámara de Casación bonaerense (el máximo tribunal penal provincial), objetaron la validez del nuevo proceso, la integración del tribunal y la garantía del “debido proceso”.
El tribunal, integrado por los jueces Nicolás Grappassono, Alberto Saibene y Matías Rouco, escuchó hoy el alegato del fiscal Ariel Panzoni, quien acusó a los uniformados por el delito de «torturas seguida de muerte», ya que consideró que tenían la responsabilidad sobre el cuidado de la víctima, que había sido detenida.
Para el fiscal, Acuña, Ponti y Steingruber (un cuarto policía que habría participado del hecho se suicidó) fueron los responsables directos de la golpiza, en tanto que Brandán y Denaris, quienes iban en la cabina de la camioneta, no hicieron nada para evitar las torturas.
El abogado querellante, Gustavo Romano Duffau, coincidió con el pedido de pena, pero asignó a los cinco policías idéntica acción, ya que consideró que todos tuvieron el «dominio del hecho» y, en consecuencia, tuvieron el mismo grado de participación en el delito.
A partir del martes próximo el tribunal escuchará los alegatos de la defensa, y probablemente hacia fin de semana se conocerá el veredicto. Gastón Duffau fue detenido cuando protagonizaba disturbios menores frente a un local de comidas rápidas de Mc Donald˜s en Ramos Mejía y colocado por la fuerza en la caja de una camioneta policial.
Allí halló la muerte el 23 de febrero de 2008: una primera autopsia indicó que se había autoinfligido las lesiones, pero el tribunal de Casación descartó esas y otras consideraciones exculpatorias para los policías y ordenó volver a juzgarlos.
El 6 de mayo de 2009, el Tribunal Oral número cinco de La Matanza juzgó a los policías por «torturas seguidas de muerte», pero los absolvió por entender que no se pudo acreditar si los imputados le aplicaron golpes a la víctima.
El 25 de agosto de 2010 Casación anuló ese fallo por considerar que hubo una «errónea» valoración de la prueba y ordenó a la Cámara de Apelaciones de La Matanza que sortee un nuevo tribunal para otro juicio oral.
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