A escondidas y encerrada en el baño de una cárcel, busca en una biblia un versículo que le otorgue la fuerza espiritual para hacer frente al calvario que padece hace más de 15 días. Es el caso de Andrea, que con apenas 17 años permanece detenida en el Instituto Pelletier a la espera de que se resuelva su situación legal. Se la acusa de haber golpeado y herido de gravedad en la cara a una menor de 15 años en una pelea a la salida de la Escuela Nº 7 Isabel Vera. La causa está en el periodo de valoración de pruebas. Los familiares de Andrea piden celeridad a la Justicia y la madre de la alumna agredida llora al conocer el triste final de un episodio que se inició en los pasillos del colegio y culminó con la intervención del Juzgado de Menores Nº 2.
La riña estudiantil ocurrida en la noche del 16 de abril fue filmada con un teléfono celular y circula por la red social Facebook. Se puede apreciar a un grupo de alumnos arengando en la pelea.
La calidad de la filmación no es buena, pero se ve a Andrea caer al piso golpeada por otra alumna llamada María José. Ambas forcejean en el suelo y en un momento las separan. Es entonces que María José es atacada a patadas por un grupo de jóvenes y al levantarse evidencia un profundo corte en la cara por el cual en el hospital debieron hacerle diez puntos de sutura.
Con la denuncia del caso, la principal sospechosa fue Andrea, quien se presentó dos días después de la gresca en la Comisaría Décimo Novena junto a su madre. La detuvieron por el delito de lesiones graves en riña y allí comenzó su pesadilla.
Desde el jueves 18 de abril por la tarde hasta el sábado a la tarde estuvo incomunicada. La alojaron en la Comisaría Primera de la Mujer y el Menor.
“Nunca nos notificaron de nada. La trataron como una delincuente. La encerraron en una misma celda con una mujer y un hombre”, manifestó Vanesa Escobar, hermana de Andrea. En diálogo con El Litoral, Escobar contó que su hermana le dijo que durante su estadía en la comisaría le hicieron limpiar los baños y debió soportar la humillación de ser trasladada a pie y esposada hasta el Instituto Pelletier.
“Nunca avisaron a la familia que Andrea iba a ser alojada en el Pelletier. Fue todo muy desprolijo. Mi hermana nunca tuvo problemas con la ley, ni mi familia. Es increíble lo que nos está pasando”.
“Tengo miedo por mi hermana, porque me ha contado de varias peleas de chicas detenidas en el Pelletier, en donde incluso se amenazaron con un cuchillo”.
“Ella trata de mantenerse al margen de eso, pero tiene mucho miedo. No duerme. Me contó que hay una menor que por las noches se produce cortes en las muñecas con un trozo de vidrio y no quiere dormir por el terror que tiene”.
“Tiene una biblia, porque nosotros somos estudiosos de la palabra de Dios y es su único refugio. Pero lee escondida en el baño para que no la ataquen por cualquier circunstancia. Desconfía de todo”, aseveró Vanesa Escobar. “Mis padres están destrozados. Mi hermana sólo se defendió de una agresión y terminó presa. Nunca peleó con nadie. Los testimonios de los presentes en la gresca y la filmación, dan cuenta que mi hermana fue atacada y sólo atinó a taparse la cara. Ni siquiera lanzó golpes. Cómo puede ser que hasta ahora esté detenida”.
“Nosotros no le guardamos rencor a María José, quien fue la que comenzó el pleito. Sólo queremos que esto se termine y que continúe la investigación para que se sepa la verdad, pero con mi hermana en mi casa”, afirmó Vanesa.
En la causa ya declararon la rectora de la escuela y la preceptora. Las dos ratificaron que Andrea es una buena alumna y no es conflictiva. La estudiante de 17 años hace más de 15 días que permanece presa. Vivió una experiencia que jamás olvidará. Por estar simplemente sospechada de haber agredido a una compañera, perdió lo más preciado: el derecho a la libertad, y con lo que está padeciendo le están arrebatando la felicidad.