Varios reclusos alojados en la seccional 30ª realizaron el mediodía de ayer una violenta protesta que incluyó la quema de colchones con el aparente motivo de evitar el traslado de uno de sus compañeros a la alcaidía de jefatura. La situación, dijeron las fuentes, fue controlada rápidamente por el personal de guardia de la comisaría y todo terminó sin que se registraran heridos.
El reclamo se desencadenó poco después de las 12.30, cuando concluyó el horario de visita. Según fuentes policiales, hasta ese momento no se había producido ningún problema pero todo se aceleró cuando trascendió que Sebastián A., de 27 años, iba a ser trasladado a un pabellón de la alcaidía.
El interno en cuestión, dijeron las fuentes, “padece un tumor en la espalda” y su mujer le había llevado los medicamentos recetados, pero al parecer la guardia de la seccional no permitió que el envoltorio llegara al interno. Ante eso los internos reaccionaron prendiendo fuego a algunas almohadas y colchones. El jefe de Orden Público de la Unidad Regional II, Juan Cabral, dijo que la situación fue controlada “de inmediato por el personal de guardia. Afortunadamente el episodio no pasó a mayores, el mismo personal sofocó el fuego y no hubo heridos ni entre los internos ni entre los policías”
En la comisaría había ayer 18 detenidos y según los familiares de algunos de ellos “el maltrato es permanente”. En ese sentido, la madre de uno de los presos dijo que “sobre todo hay abusos de un agente apodado Karateca que requisa de manera violenta las visitas, rompe todos los paquetes que entregamos y provoca mediante insultos tanto a los familiares como a los presos. Los muchachos están pagando una condena pero no son animales para que los traten así”, sostuvo la mujer en la puerta de la seccional de Superí al 2400.
Todos por uno. Otra mujer contó que pasado el mediodía de ayer “lo sacaron a Sebastián y El karateca le empezó a pegar. El chico no es malo y en esta comisaría son todos muy unidos, no hay problemas entre ellos”. Es así que todos “saltaron cuando lo quisieron llevar. Sabemos que en la alcaidía no lo van a atender y queremos que vuelva a la 30ª”, exhortó la mujer.
Para afincar el pedido, los familiares de los detenidos se presentarán mañana en Tribunales para hablar con “algún juez o alguien” para que el muchacho enfermo vuelva a su cucheta de la seccional de la zona norte de la ciudad.
La protesta de ayer se sumó a otros reclamos de presos. El más reciente, el 30 de abril, fue en la subcomisaría 2ª de Nuevo Alberdi donde los 24 detenidos pidieron ser trasladados y para eso quemaron colchones sin que se registren heridos.
Otro episodio se vivió en la comisaría 24ª, de Granadero Baigorria, el 16 de febrero. El incidente llevó varias horas de negociación y hubo traslados de varios detenidos a otras dependencias penitenciarias. Por último, también se registró un motín el 11 de enero en la comisaría 5ª, donde se quemaron colchones y hubo al menos cuatro reclusos heridos. Según fuentes policiales el problema habría comenzado por una pelea entre los internos.