Unas 110 personas están estudiando alguna de las 13 carreras de la UNCuyo que se dictan en el complejo penitenciario Boulogne Sur Mer. El número de alumnos del Programa Educación Universitaria en Contextos de Encierro se duplicó este año, ya que a los 50 que había en 2012 se sumaron 59 nuevos para el ciclo lectivo 2013. Por eso se inauguró un bloque de aulas en la Penitenciaría, con el objetivo de brindar más comodidad a los estudiantes y tutores. Además del crecimiento de la matrícula y del rendimiento académico de los alumnos, el secretario de Extensión Universitaria de la UNCuyo, Fabio Erreguerena, destaca que hay personas que han cumplido su condena o que tienen salidas transitorias y continúan con sus estudios. De hecho, uno de los internos, que pidió que se brindara la posibilidad de estudiar carreras universitarias en el Penal, ya está realizando sus prácticas profesionales y este año se desempeñó él mismo como tutor de sus pares en el curso de ingreso.
Es que la modalidad de educación universitaria en contexto de encierro se desarrolla a partir de un curso de nivelación y un examen de ingreso, con profesores que van personalmente a la Penitenciaría, pero después estudian las materias como alumnos libres (sin cursarlas). En cambio, son acompañados por tutores -estudiantes avanzados de cada carrera-, quienes les despejan las dudas que puedan surgir cuando leen la bibliografía.
Verónica Escobar es una de los 23 tutores que participan del programa. La joven es estudiante de Ciencia Política y Administración Pública, ya terminó el cursado y le quedan unas pocas materias por rendir para recibirse. Ella había ofrecido tutoría a estudiantes de primer año, para ayudarlos en la permanencia, y en el curso de ingreso. Cuando le comentaron del programa para personas privadas de la libertad, decidió sumarse.
Verónica comentó que ha sido una actividad gratificante porque los estudiantes rindieron con muy buenas calificaciones. Reconoció que en un primer momento a los alumnos les costaba abordar los textos, ya que la mayoría no completó sus estudios secundarios -rindieron el coloquio por ser mayores de 25 años, como contempla la ley-, ni tampoco tienen la lectura como hábito.
Asimismo, señaló que los motivos por los que comenzaban a estudiar eran diversos, pero que cuando se acercó el fin de año, se entusiasmaron y muchos rindieron su primera materia en setiembre, otra en diciembre y una más en febrero. Subrayó que para varios alumnos se convirtió en una cuestión de demostrarse a sí mismos que pueden lograrlo. Esto, pese a que las condiciones para estudiar no son óptimas -por ruidos y diversas incomodidades- y para algunos lo prioritario es cuidar su integridad física.
Buen desempeño académico
Erreguerena indicó que las tasas de rendimiento académico dentro del programa son similares a las del resto de los alumnos de la universidad. Asimismo, planteó que las carreras que se dictan tienen una duración teórica de 5 años pero una real de 7 en promedio. Como la modalidad en contexto de encierro comenzó a fines de 2008 (ver aparte), todavía no ha habido egresados, aunque sí hay estudiantes que están en cuarto año.
La coordinadora del Programa Educación Universitaria en Contexto de Encierro, Paula Pretelli, detalló que si bien el curso de ingreso y las tutorías semanales se ofrecen en la cárcel de Boulogne Sur Mer, los alumnos provienen de todos los complejos penitenciarios de la provincia. Asimismo, indicó que participan tanto personas condenadas como procesadas.
Cuando ha resultado posible, y el interno ha estado de acuerdo, se lo traslada para que se aloje en el Penal de Boulogne Sur Mer. Pero, de lo contrario, es llevado cada semana para que tome la tutoría. Éste es el caso también de las mujeres que no pueden vivir en un complejo de hombres. En tanto, si el sitio es lejano, los detenidos viajan únicamente para rendir.