De Caaguazú a Argentina o España. Este es el viaje que realizan la mayoría de las víctimas de trata de personas con fines de explotación sexual, según lo demuestran los expedientes judiciales. Las estadísticas de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) son contundentes: cerca del 50% de las víctimas de este flagelo que fueron asistidas por el organismo, solamente en el Cono Sur, son paraguayas.
Así lo señaló Richard Velázquez, encargado de la oficina de la OIM en Paraguay. Sobre el punto, Velázquez precisó que entre el 2005 y el 2010 fueron asistidas por la organización unas 235 víctimas de explotación sexual en la región. La mitad de ellas fueron paraguayas. Según el mismo, las cifras del 2011 serán similares.
Estas son las víctimas a las que la OIM asistió para su reinserción social en Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay, Uruguay y Colombia, explicó Velázquez.
Como no hay una base de datos nacional, las distintas instituciones abocadas a la lucha de la trata de personas manejan cifras distintas.
La fiscala Teresa Martínez, por ejemplo, estima que el Ministerio Público paraguayo ya detectó desde el 2005 a la fecha unas 250 víctimas de trata con fines de explotación sexual.
Martínez, de la Unidad especializada en trata de personas de la Fiscalía, aclaró que este número no refleja la realidad. «Tenemos muchos problemas para lograr que los casos sean denunciados. Hay muchísimas víctimas que no acuden a la Justicia», señaló la agente fiscal.
ASISTENCIA. Según Velázquez, desde el 2005 más de 100 paraguayas víctimas de trata ya fueron asistidas psicológicamente y en su reinserción en el mercado laboral por la OIM.
Al respecto, la fiscala Martínez indicó que el único programa de asistencia del Estado es el de la Secretaría de la Mujer. «Por falta de fondos, este programa es insuficiente. No llega ni al 30% de las víctimas», explicó la representante del Ministerio Público.
Para Martínez, la ayuda del Estado a las víctimas para reinsertarse es tan esencial como rescatarlas de las redes de prostitución. «La víctima sale del país porque no tiene nada. Está en una situación de vulnerabilidad. Cuando se las rescata, vuelven a la misma situación. Muchas vuelven a caer hasta dos y tres veces en manos de los explotadores», contó.
LOS LUGARES. Los casos registrados por la Fiscalía reflejan que la mayoría de las paraguayas que son llevadas al extranjero para prostituirse son oriundas del Departamento de Caaguazú. La Triple Frontera es uno de los lugares donde más operan las redes de explotación a las mujeres.
En contrapartida, Argentina y España son los dos principales destinos de las víctimas paraguayas.
Cifras
250
víctimas paraguayas de trata con fines de explotación sexual están registradas por la Fiscalía desde el 2005.
110
es la cantidad estimativa de víctimas paraguayas asistidas por la OIM en su reinserción social desde el 2005 al 2010.
TRATA INTERNA NO ESTÁ PENADA ACÁ
Tanto Velázquez como Martínez coincidieron en que una de las deficiencias de la legislación paraguaya es que la trata de personas que ocurre dentro del país no está penada. «Si es llevada de un pueblo a una ciudad para ser prostituida, no es trata para la ley», indicó Velázquez. Este fue uno de los puntos discutidos en el «taller sobre rutas de acceso a la Justicia en los casos de trata», que se inició ayer en el Centro de Entrenamiento de la Fiscalía.
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