Matías Barreto salía de un jardín de infantes en construcción junto con unos amigos cuando apareció un patrullero con tres policías a bordo, que había ido hasta allí por una denuncia al 911. Los jóvenes, que habían estado haciendo una fogata, se asustaron y salieron corriendo. Uno de los agentes disparó y mató por la espalda a Barreto, de 18 años.
La versión oficial atribuye el crimen a un error: otro agente se habría confundido de cartucho y en vez de cargar las postas de goma, introdujo las de plomo. El efectivo que disparó fue detenido y los otros fueron pasados a disponibilidad.
Los voceros explicaron que en ese llamado al 911 se advertía que había delincuentes robando las instalaciones del jardín de infantes ubicado en la calle Pinto al 2200 del barrio municipal, de la ciudad de Zárate.
A las sirenas del patrullero, siguieron las corridas y finalmente la perdigonada que mató a la víctima, que estaba desarmada.
«Aparentemente uno de los policías se equivocó. Cometió un gravísimo acto de negligencia», dijo un jefe policial.
El subteniente Silvio Barreto, curiosamente de apellido igual a la víctima, es numerario en una comisaría de Campana pero en la madrugada de ayer hacía horas adicionales en Zárate. El hombre quedó inmediatamente aprehendido por orden del fiscal de Zárate que interviene en la causa, Martín Zocca.
Voceros judiciales indicaron que el fiscal solicitó ayer mismo convertir la aprehensión en detención al Juzgado de Garantías a cargo del caso. Hoy, el imputado será indagado por Zocca por el delito de homicidio, aunque no se descarta que luego se le agrave la acusación.
La auditoría de Asuntos Internos del Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense, pasó a disponibilidad preventiva no sólo a Barreto, sino también al compañero del móvil, capitán Adalberto Loran, y al tercer efectivo, teniente Daniel Gutiérrez, que, de acuerdo a las primeras averiguaciones, fue quien habría cargado la escopeta con posta de plomo.
Además, como en todo caso de presunto gatillo fácil, Zocca dispuso apartar a la Bonaerense de la investigación, por lo que las actuaciones y las pericias quedaron en manos de Gendarmería Nacional.
Los investigadores aguardaban al cierre de esta edición los resultados de la autopsia que se realizó en la tarde de ayer. De esa manera, se confirmará si el joven fue asesinado con una perdigonada de plomo tal como se sospecha.
Es que en la escena del crimen, los peritos no encontraron el cartucho detonado del escopetazo con el que ejecutaron al joven, lo que indica además, que pudo haber algún tipo de complicidad por parte de los compañeros del policía para protegerlo alterando la escena del crimen.
El hecho generó protestas en la ciudad encabezadas por familiares y amigos. Según las fuentes, la familia de la víctima niega que Barreto estuviera robando en las instalaciones del jardín y afirma que simplemente se había juntado allí en una fogata con sus amigos.
