El senador del Frente para la Victoria Marcelo Fuentes propuso crear un “tribunal de constitucionalidad” que desplace a la Corte Suprema de su función de última revisora de la validez constitucional de las leyes. “Con un tribunal que ejerza en forma independiente el control de constitucionalidad, se evitarían los conflictos de poderes y que la Corte legisle en sentido negativo”, defendió su idea en diálogo con Página/12. Lo suyo, aclaró, “no es un proyecto de ley sino una idea personal a discutir” y que “debería ser parte de una reforma constitucional”, que considera imprescindible. “Los jueces deben juzgar actos a la luz de normas y no juzgar las normas”, dijo en alusión al fallo del alto tribunal que invalidó la reforma del Consejo de la Magistratura e impidió el voto popular de sus miembros. Luego le llovieron críticas opositoras.
Fuentes es consejero de la Magistratura y como senador busca renovar su banca. Ayer introdujo el debate sobre un “tribunal de constitucionalidad” para cuestionar a quienes focalizan una eventual reforma de la Constitución en la “re-reelección presidencial”. “Hay otros asuntos de fondo” a “discutir en una eventual convención constituyente”, advirtió. “Hoy la crisis de poderes existe y del control difuso de constitucionalidad (cualquier juez puede invalidar una ley) se aprovechan los sectores conservadores que alientan las doctrinas de contrapoder. A mi entender, tiene que haber un tribunal de constitucionalidad independiente”, sostuvo. “Lo mío –se atajó– es una opinión de militante político. Una reforma constitucional la determina la Presidenta.”
Fuentes dijo que no tiene una idea firme sobre quiénes deberían integrar el tribunal. Que sean políticos y académicos elegidos por voto popular –como decía una versión– es a su entender sólo una opción “para un debate posterior”. Lo que el senador no oculta es la furia por la decisión de la Corte que invalidó la reforma del Consejo. “Ese fallo manifestó el desprecio al voto popular, a la política de partidos políticos y a las atribuciones del Poder Legislativo, que tiene delegada la facultad de determinar el número de consejeros y su forma de elección”, regañó.
–Suena a que propone un tribunal constitucional porque no le gustan los fallos de la Corte.
–No. Hay una situación de la realidad: cuando el Gobierno avanza en extensión de derechos, el Poder Judicial se abroquela. ¿Por qué un poder tiene que controlar a los otros, cuando hablamos de equilibrio de poderes? Los jueces deben juzgar actos a la luz de normas y no juzgar las normas. Para eso tiene que haber un tribunal específico, con una especialización, tarea acotada y plazos perentorios. No digo que tenga que fallar a favor de un determinado gobierno. Pero se evitarían los conflictos de poderes y que la Corte legisle en sentido negativo. Otros países lo tienen: Bolivia, España.
Para el diputado macrista Federico Pinedo, la propuesta es “un disparate terminal” y que “va contra la Constitución”. Fuentes dijo que no habla de ley sino de reforma constitucional. La diputada de Unión por Todos, Patricia Bullrich, acusó al kirchnerismo de querer “someter al Poder Judicial”. Por el FAP, el senador Jaime Linares acotó que “es una propuesta de campaña que no tiene viabilidad técnica”. El radical Ricardo Gil Lavedra habló de “un manotazo para crear algo paralelo a la Corte”.
–El juez Raúl Zaffaroni habló de ampliar la Corte a 19 miembros y que tenga una sala constitucional. No requiere reformar la Constitución.
–No está mal, pero yo quiero la reforma constitucional. Si no, ¿cómo consolidamos los avances en extensión de derechos, para que no queden sujetos a la simple variación de un momento? El grupo A en su momento repartió comisiones, pero el día de mañana por ahí quieren derogar el recupero de YPF, la línea de bandera o la Asignación Universal por Hijo.
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