Un juez que intervenía en un caso por presunta corrupción policial fue apartado del proceso, tras sostener una discusión con un fiscal a través de la red social Twitter.
Se trata de Juan Ramos Padilla, quien instruía una causa en la que se investigan las irregularidades en las que habría incurrido el ex titular de Asuntos Jurídicos de la Policía Federal, Marcelo Pecorelli, a raíz de un intercambio de mensajes con el fiscal de Cámara Ricardo Sáenz, funcionario que figura en una escucha telefónica junto al uniformado imputado.
“Resulta plausible el temor de parcialidad invocado, el que no debe confundirse con la honestidad personal del juez, que en momento alguno fue cuestionada”, sostiene el fallo de Cámara. Ramos Padilla, de 60 años, es un apasionado de lo que define como “política judicial” y hace saber en su cuenta de Twitter que usa la red social para criticar a jueces y políticos o para retwitear adhesiones y elogios a dirigentes kirchneristas.
Tras la difusión de la noticia, desde su cuenta de la red social, @jramospadilla, el magistrado escribió: “Si investigás corrupción en la Justicia con cualquier excusa te separan. Entre bueyes no hay cornadas solo impunidad”.
Disparador
El disparador de la causa de la cual fue apartado es la pesquisa contra Marcelo Pecorelli, investigado por presuntas irregularidades en su desempeño dentro del área de Asistencia Jurídica de la Policía Federal.
La denuncia que recibió el juez se refiere a “supuestos actos de connivencia” entre Pecorelli -comisario y abogado- y magistrados del fuero federal para obtener decisorios favorables.
Al llevar adelante la instrucción del expediente, Ramos Padilla indagó, a través de escuchas telefónicas, la presunta existencia de una red para proteger al funcionario sospechado por actos de corrupción
Juez “tuitero”
En abril de 2011, el diario La Nación le dedicó una nota al magistrado, titulada “Un juez condena, acusa y absuelve por Twitter”.
Allí se plasmó: “Ramos Padilla escribe las sentencias más cortas del mundo. Tienen 140 caracteres, lo que permite cada mensaje enviado por Twitter. No es un juez como el resto. Es políticamente incorrecto, no teme a difundir sus ideas políticas públicamente, criticar (o condenar) a sus colegas y hasta denunciar a algunos por complicidades en violaciones de los derechos humanos”.
Entre sus seguidores figuran el canciller Héctor Timerman y Luis D’Elía, con quien lo uniría una relación de amistad fuera del mundo virtual.
En Twitter, el juez difunde sus ideas: festejó el cambio de nombre de las escuelas policiales Ramón Falcón y Alberto Villar; le criticó a la camarista de Casación Angela Ledesma que votara por la excarcelación de Jorge Videla y denostó a la diputada radical Silvana Giudici por defender posturas de Clarín.
Es el único magistrado de la justicia nacional al que se le detectó una cuenta en esta red social, a excepción del presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, que la usa para cuestiones institucionales.