Invertir en prevención el 10 % del dinero que actualmente se gasta en policías, cárceles y Justicia, permitirá reducir en dos años un 50% la violencia en la provincia. Así lo aseguró ayer Irvin Waller, un criminólogo canadiense que disertó en la jornada «El desafío de prevenir el delito», organizada por el ministerio de Seguridad Ciudadana.
Waller insistió durante su conferencia en la necesidad de disminuir el número de víctimas a través de la prevención del delito. «La cárcel no es la solución, y la Policía como reacción tampoco. Cuando hay menos represión del Estado, hay más seguridad», aseguró el especialista.
Para diseñar políticas de prevención del delito, el canadiense recomendó acudir a las estadísticas que arroja el sistema de salud pública de la provincia. «Son más fiables que las de la Policía por dos motivos. En primer lugar porque la gente no confía en la Policía y no siempre denuncia», dijo Waller. La segunda razón es que los médicos están más interesados en la prevención que la Policía.
«Los primeros ven a la violencia como una epidemia. Pueden obtener datos en las salas de emergencia sobre en qué barrios se producen más hechos de violencia o en qué discotecas; o si hay mucho consumo de alcohol en determinada zona», explicó.
«No siempre se visibiliza la violencia a la mujer dentro de las casas, y la Policía no maneja estos datos», aseguró Waller quien puso énfasis en la necesidad de prevenir estos hechos. «El chico que es testigo de la golpiza que recibe su madre, y algunas veces también es víctima, tiende a reproducir esas conductas cuando crece porque las tiene internalizadas», manifestó el especialista.
En este sentido, Waller contó que de acuerdo a las estadísticas realizadas por distintos organismos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), más de una sobre tres mujeres es víctima de un asalto físico o sexual en su vida. Además, uno de cada cuatro ciudadanos sufrió un delito común.
«Los costos y consecuencias para la víctima y para la sociedad son enormes a largo plazo. Las armas de fuego son causantes de las crecientes tasas de homicidio que hay en regiones como Sudamérica», dijo Waller. Sin embargo, el canadiense aseguró que si se trabaja en combatir las causas del delito, se puede reducir un 50% en dos años la violencia en una sociedad. «Hay que tener un enfoque sostenido, integral y orientado a los resultados, y no sólo la imposición de las penas en los tribunales. Esa es la clave del éxito», manifestó. Para ello se deben abordar las causas sociales particulares (como la falta de educación) y las culturales (como la violencia contra la mujer o la ausencia de solidaridad)», dijo.
«Si se detecta una zona problemática, en lugar de la Policía tienen que entrar los trabajadores sociales», concluyó.