Lo afirmó el ministro Granados. Hay unos 8 mil con carpetas médicas. Pedirá más fuerzas federales y quiere 10 mil retirados El flamante ministro de Seguridad Alejandro Granados, trazó ayer un duro diagnóstico sobre la situación operativa de la Policía bonaerense. Aseguró que de los 55 mil efectivos que integran la fuerza, sólo 32 mil están afectados a tareas de prevención del delito. De los 18 mil uniformados restantes, unos 8 mil tienen licencias médicas mientras que otros 10 mil realizan tareas administrativas o custodias de objetivos fijos. Los datos aportados por el ministro desnudan que en la Provincia hay 0,67 policías por cada 1.000 habitantes, cuando los estándares de seguridad indican que deberían estar afectados a tareas de prevención entre 3 y 5 uniformados por cada 1.000 habitantes. El funcionario realizó este diagnóstico con el que se encontró al asumir el cargo, durante un encuentro del Consejo de Seguridad bonaerense al que concurrieron legisladores del oficialismo y de la oposición. Y donde el ministro se pronunció en favor de la creación de “Policías locales” en las que los intendentes serán los conductores de las fuerzas que desempeñen tareas en sus comunas. LLEGAR A 100 MIL El descarnado cuadro descripto por Granados, según revelaron fuentes del oficialismo como de la oposición, dio paso para que el ministro diera a conocer su plan para llevar a 100 mil los efectivos que pretende que a fines de 2015 estén desarrollando tareas de prevención del delito en toda la Provincia. Concretamente, el funcionario indicó que espera que egresen por año de las escuelas descentralizadas de formación policial, unos 5.000 cadetes. Pero además pretende, en el marco de un convenio con la Nación, que sean 10.000 los efectivos de fuerzas federales (Gendarmería, Prefectura o Policía Federal) que se sumen al combate del delito en territorio bonaerense. Además, Granados contempla convocar a 10 mil retirados y que las Policías locales que se creen puedan reclutar entre 12 y 15 mil hombres. En medio de la ola delictiva y la siempre declamada falta de efectivos policiales para atender la demanda ciudadana frente al avance del delito, el blanqueo de la real situación de la fuerza de seguridad de la Provincia fue interpretada por no pocos sectores como una velada crítica del nuevo ministro a la gestión de su antecesor, Ricardo Casal. De hecho, en su nuevo rol del ministro de Justicia, Casal no participó del encuentro. Es más, Granados, según dijeron legisladores de la oposición, aseguró que del presupuesto del ministerio de Seguridad para 2013 sólo fue ejecutado el 10 por ciento y que, producto de la compleja situación financiera de la Provincia, se están realizando “transferencias de partidas para poder pagar los sueldos al personal policial y administrativo”. INEQUIDADES Y OTRAS MEDIDAS En tanto, y en busca de sumar en lo inmediato efectivos a la prevención, Granados le anunció ayer a los legisladores de distintos bloques que adoptará una medida administrativa de fuerte impacto: pretende que unos 500 efectivos que realizan tareas administrativas en la sede ministerial se sumen a los patrullaje, quienes a su vez serán reemplazados con parte de los 10 mil retirados que serán convocados a reincorporarse a la fuerza provincial. Por otra parte, y a partir del reclamo de no pocos legisladores, el ministro se comprometió a corregir una serie de inequidades que se registran en cuanto a la distribución de efectivos policiales en las distintas zonas de la Provincia. “Por ejemplo en General Conessa, una localidad de unos 2.000 habitantes, hay 100 policías. Pero Ezeiza (la patria chica de Granados ) con muchísimos habitantes más, la dotación no pasa de 300 agentes”, graficó a este diario uno de los participantes del cónclave que se desarrolló en el ministerio de Seguridad. APOYO A POLICIAS LOCALES Durante el encuentro que se extendió por casi tres horas, Granados se declaró “fanático de las policías locales”, mientras que los legisladores llevaron sus iniciativas sobre seguridad. El ministro destacó que los intendentes deben “ponerse al frente” de la seguridad de sus municipios, al respaldar los proyectos de Policía Municipal que se impulsan en la Legislatura. “Los primeros responsables de la seguridad son los intendentes, son quienes más cerca del vecino están y tienen que ponerse al frente”, sostuvo el ministro. De todas formas, si bien desde el massismo interpretaron que Granados terminó respaldando una autonomía total de las fuerzas que se creen, esto es, que los intendentes sean sus jefes y que las policías locales no dependan del ministerio de Seguridad, fuentes del oficialismo subrayaron que el gobierno de Scioli insiste en la idea de otorgarle el manejo a los alcaldes, aunque creen que orgánicamente las fuerzas deberían seguir bajo el ala de la Provincia. Esa cuestión quedó sin saldar como así también el tiempo en que se transformaría en ley la iniciativa. Por lo pronto, Granados propuso un nuevo encuentro del Consejo de Seguridad en 60 días, plazo que choca con la aspiración del Frente Renovador de que la creación de las Policías locales se apruebe antes de los comicios de octubre. Granados estuvo acompañado por los presidentes de las Cámaras de Senadores y Diputados, Gabriel Mariotto y Horacio González, respectivamente y los senadores Cristina Fioramonti (FpV), Jorge D`Onofrio (Frente Renovador), Ricardo Vázquez (FAP), María Isabel Gainza (CC) y Horacio López (UCR). También participaron los diputados Ramiro Gutiérrez (Frente Renovador), Juan De Jesús (FpV), Ricardo Jano (UCR), Marcelo Saín (Nuevo Encuentro), Guillermo Britos (Unión Celeste y Blanco), Walter Martello (CC) y Gustavo Ferri (Unión Pro-Peronismo), entre otros. Si bien la reunión había sido convocada por el gobernador Scioli, el mandatario, como anticipara este diario, no asistió al encuentro. Así, Granados asumió el rol de actor clave del Consejo de Seguridad.
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