“Hacinamiento, extrema violencia, carencia de vidrios en las ventanas, agujeros en las paredes, letrinas tapadas, falta de acceso a actividades educativas y recreativas, iluminación natural y artificial escasa. Todo ello sumado al aislamiento absoluto, el encierro total y a la escasa superficie de las celdas”. Así presentó la Comisión Provincial por la Memoria su informe sobre la Unidad Penal 28 de Magdalena, a 8 años del incendio que dejó 33 muertos. El equipo de inspecciones estuvo acompañado por el presidente de la CPM, Hugo Cañón y Abel Córdoba, titular de la PROCUVIN y que junto a los resultados de esa evaluación carcelaria presentaron ayer en el Pasaje Dardo Rocha el “primer manual de monitoreo en cárceles, institutos de menores, neuropsiquiátricos y comisarías, realizado a partir del trabajo de inspecciones de lugares de encierro en la Provincia”. Cañón dijo a EL DIA que “durante la inspección a la Unidad 28 se han constatado condiciones sumamente gravosas para la integridad psicofísica de las personas allí alojadas” y señaló que “a 8 años de la masacre no se han tomado medidas al respecto”. “En Magdalena inspeccionamos un pabellón de personas sancionadas, hicimos casi 40 entrevistas. La situación que encontramos es desastrosa. En celdas en las que estuvimos casi media hora nos costaba respirar y hay detenidos que llevan un mes sin salir al aire libre. Los cuerpos de los detenidos se encuentran en un proceso de destrucción permanente, llenos de cicatrices, golpes, sin atención médica, con hambre y expuestos a violencia constante”, se señaló en el informe. Sobre el manual de monitoreo de cárceles en tanto, Cañón comentó que “con esta sistematización del trabajo de tantos años del Comité contra la tortura marca un nuevo parámetro en lo que es el monitoreo de lugares de encierro”. En ese sentido se explicó que “no es lo mismo desarrollar una inspección sin una metodología, que con un el manual, que debería ser de conocimiento estricto de todos los funcionarios judiciales”