Así lo precisó ayer el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, en una conferencia de prensa en la que dio detalles sobre el motín de la noche del martes de la semana pasada. En ella también participaron el director del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), Luis Mendoza, el director de la Guardia Republicana, Robert Iroa, y el director de la Policía Técnica, William García.
Mendoza sostuvo que fueron siete los miembros de la Brigada de Traslados que subieron al techo del módulo dos del Comcar y desde allí realizaron unos 65 disparos. Bonomi explicó que utilizan munición letal «porque su función es trabajar de la puerta de la cárcel para afuera».
La Brigada habría entrado al recinto para contener a reclusos que «atacaban con piedras y cortes» -sostuvo Mendoza- desde el techo del módulo 1 del Comcar a la Guardia Republicana y para proteger a «reclusos homosexuales que corrían peligro». Bonomi también señaló que se «quiso dar seguridad al módulo 3 del Comcar».
El jerarca del INR advirtió que «entre 150 y 170 reclusos, de entre unos 500» fueron los que participaron del motín. Sin embargo, por otro lado, Bonomi declaró que la Guardia Republicana y la Brigada de Traslados, «por la oscuridad de la noche», en el momento del procedimiento no sabían si se trataba de más reclusos.
El ministro, además precisó que durante el operativo se dispararon más de 300 balas, pues se encontró esa cantidad de cartuchos, «la mayoría de ellos de munición no letal».
Según la autopsia que se les realizó a los dos reclusos muertos en el Comcar, precisó Bonomi, estos fueron ultimados con tiros de escopetas como las que usan los miembros de la Brigada de Traslados.
Estos datos fueron dados en el marco de una investigación preliminar y, según dijo el ministro, «no hay efectivos separados de sus cargos».
«A picar a los milicos».
El ministro Bonomi señaló que todo comenzó con una riña interna, por «motivos aparentemente banales», y que en medio de la lucha uno de los presos gritó: «no nos vamos a pelear entre nosotros, vamos a picar a los milicos».
Aparentemente, la lucha entre internos ya en ese momento se desarrollaba con estos fuera de sus celdas, lo que el ministro consignó como «una irregularidad», pero no dio explicaciones sobre los motivos que llevaron a esa situación.
Al momento de comenzar el motín, algunos reclusos se habrían resistido y por esto «les fueron quemados sus colchones y fueron amenazados de muerte», señaló Bonomi.
Gracias a llamadas telefónicas de los reclusos que estaban en desacuerdo, las autoridades se enteraron que el motín estaba llevándose a cabo. Se comunicaron con sus familiares, con sus abogados defensores y también con el secretario de la Presidencia, Homero Guerrero, al que conocen porque es abogado.
Consultado sobre el uso de celulares dentro del Comcar, Bonomi señaló que esta prisión no cuenta «con un sistema que los anule», como sí tiene el penal de Libertad, pero dijo que el bloqueador pronto se va a implementar, pese a que en esta ocasión «haya sido útil» para que las autoridades se enteraran del motín en curso.
Sobre este tema, Mendoza precisó que los presos «tienen sistemas» para alertas sobre la existencia de un motín. «Empiezan a golpear las cosas», sostuvo. Y dijo que si no fuera por los celulares de los reclusos igual se hubieran enterado «tarde o temprano» de lo que estaba sucediendo.
Bonomi, Mendoza y las otras autoridades dieron la conferencia de prensa luego de informar a varios diputados sobre lo sucedido. Entre ellos, Germán Cardoso (Partido Colorado), Susana Pereyra (del MPP y esposa del ministro), Felipe Michelini (Nuevo Espacio), Daniela Payssé (Vertiente Artiguista).
http://www.elpais.com.uy/informacion/policia-disparo-balas-reales-motin.html