La Marcha de la Gorra volvió esta tarde a las calles de la ciudad de Córdoba. Como cada 20 de noviembre, centenares de personas, en su mayoría jóvenes, se movilizaron por las calles del centro de la capital provincial para reclamar por la derogación del Código de Faltas, que permite a la policía detener, sin informar a la Justicia, a personas que considera que están cometiendo “faltas”. La ley, que contiene artículos inconstitucionales como el que pena el merodeo, persigue una cultura, maneras de vestirse y de vivir.
El legislador provincial del Partido Socialista (PS), Roberto Birri, solicitó al Gobierno de José Manuel de la Sota que informe sobre las «estadísticas de detenciones y sentencias por la aplicación del Código de Faltas» provincial, norma cuestionada y con pedido de derogación por parte de varias organizaciones sociales.
Mediante un proyecto de resolución parlamentario, el legislador fundamenta el pedido al sostener que «en reiteradas oportunidades hemos advertido con vehemencia que la aplicación de figuras del Código de Faltas Provincial, como causa de detención a los ciudadanos, violenta garantías constitucionales mínimas que toda sociedad tiene, lo que resulta absolutamente incompatible con los postulados de un Estado de Derecho».
«Reclamamos la derogación del Código de Faltas y el cese de la violencia para con los jóvenes llevada a cabo durante los últimos siete años. Contra eso militamos», aseguró a Télam José Luque, del Colectivo de Jóvenes por Nuestros Derechos. El dirigente juvenil precisó que la «política represiva que lleva adelante el gobierno provincial consiste en marcar socialmente a ciertos jóvenes como peligrosos» y la prueba es que «sólo en 2011 fueron detenidos 73.000 jóvenes».
«Ahora, en este año, el número de detenidos por aplicación del Código de Faltas se habría triplicado», aseveró Luque, que agregó que el objetivo no es privar a la Policía de herramientas de seguridad, sino «establecer un acuerdo de convivencia, que es mucho más que un aparto represivo, como el que hay ahora». El dirigente enfatizó que, en comparación con el año pasado, «la situación empeoró, dado que hay más abuso policial para con los jóvenes, más detenciones sin intervención de la Justicia, asesinatos dentro de las comisarías y menores alojados en ellas».
«No buscamos que la Policía no tenga herramientas para poder controlar y mantener el equilibrio social. Lo que queremos es la derogación total del Código de Faltas y un acuerdo político en el que se escuche a las organizaciones sociales, como la de nuestro colectivo, porque tenemos mucho que decir», subrayó Luque. El joven recalcó: «con los legisladores se podría pensar, entre todos, una política de seguridad pública» que impida las detenciones «abritrarias», sin intervención de jueces, por parte de la Policía.
Bajo el lema «tu seguridad nos limita, nuestra resistencia es infinita» se llevó a cabo hoy la séptima edición de la marcha, bautizada como “La gran siete”. «Exigimos el cese del Estado Policial y bregamos por la libre circulación y expresión de los jóvenes. El Código de Faltas es la herramienta legislativa que ampara y legitima todos los atropellos, violencia y discriminación sociopolicial, que hace de nuestra cotidianidad una acción insurgente, rebelde», concluye el texto de convocatoria a la manifestación.
De acuerdo a las objeciones que plantean desde las organizaciones, el Código de Faltas es «arbitrario e inconstitucional» porque «es utilizado para detener sin motivos a cualquier persona, no garantiza la asistencia de un abogado y la sentencia es dictada por un comisario. Es decir, la policía es juez y parte».
La manifestación, que partió desde la esquina de avenida Colón y Cañada, en el centro de la capital cordobesa, se hizo bajo las siguientes consignas: «Basta de presos políticos, de abuso de poder, de ensañarse con el más débil, de pisar derechos».
En la columna había artistas y murgueros, que iban bailando, mientras que podían leerse carteles que decían: «basta de condenar al arte», «A vos te faltan códigos, a nosotros nos sobran», «El Código nos falta el respeto». El grupo La Luciérnaga montó una gorra gigantesca, símbolo de la represión policial, alrededor de la cual un grupo de artistas, en una intervención callejera y vestidos de oficiales, simularon una detención de jóvenes en la vía pública.
“Hoy merodeamos todos!”, lanzó la convocatoria en Facebook, en una clara referencia a uno de los artículos del Código de Faltas que avala las detenciones de personas que tienen aspecto raro o caminan por la calle sin una razón específica. Los detenidos bajo esta figura son encarceladas sin intervención judicial: la Policía hace de juez y parte en el proceso.
Los manifestantes, mientras entonaban cánticos contra la legislación prevencional, portaban banderas y carteles, referidos al gobernador De la Sota, con leyendas como «tu Código trata de hacer desaparecer nuestra alegría callejara», o con otros que mostraban a policías persiguiendo a jóvenes.
La marcha, en esta ocasión, se hizo oficialmente bajo la consigna «Tu seguridad nos limita, nuestra resistencia es infinita», mientras que la primera, en 2007, se había realizado bajo el siguiente concepto: «¿Por qué tu gorra sí, la mía no?». Otras consignas fueron: «Una oreja para los chicos» (2008), «Los jóvenes al centro» (2009), «¿Y los Derechos que nos faltan?» (2010), «Nos detienen por la cultura» (2011), «Tu Código trata de desaparecer nuestra alegría callejera» (2012)
La concentración empezó en Colón y Cañada. Después marcharon hasta plaza San Martín. Allí habría un festival con bandas y artistas invitados.
