Hoy serán recibidos por el secretario de Seguridad, José Glinski, para hacer sus planteos bajo promesa de avanzar en un reclamo más fuerte. Existe malestar por la incorporación de civiles que se habría concretado en Jefatura.
Varios de los policías que en octubre del año pasado se atrincheraron junto a un grupo de familiares en las oficinas de Finanzas de la Jefatura de la fuerza en Rawson, integrarán la comisión que hoy a las 15:00 se reunirá con Glinski.
Varios serían los planteos que los policías pondrían sobre la mesa en la reunión con el secretario de Seguridad. Principalmente apuntado al cumplimiento de lo comprometido por el Gobierno el año pasado tras más de un mes y medio de conflicto que significó retención de servicios y acampe frente a Casa de Gobierno y en algunas comisarías como ocurrió en Puerto Madryn.
Según adelantaron algunos de los efectivos que preveían también hacer conocer la situación a los diputados provinciales, apenas dos puntos se cumplieron de un total de ocho que integraban el acuerdo alcanzado en aquel momento. Son los referidos al reconocimiento de ciertos ítems en la liquidación de haberes y la no aplicación de sanciones tras el conflicto.
MALESTAR POR CIVILES
A los reclamos anteriores se habrían sumado determinadas cuestiones que alimentaron el malestar entre miembros de la fuerza policial de Chubut. Particularmente durante y después de la intervención civil que impulsó el secretario Glinski.
Según hicieron saber algunos efectivos, la intervención habría dejado en la Jefatura el nombramiento de un importante número de civiles, señalados como integrantes de la agrupación Los Altares, versión provincial de La Cámpora.
De la reunión con Glinski dependerá que los agentes puedan hacer público otros puntos que aseguraron profundizaron la posibilidad de conflicto.
ESPERANDO RESPUESTAS
En octubre de 2012 alrededor de 40 personas coparon las oficinas de Finanzas de la Jefatura policial en Rawson en reclamo de mejoras salariales tras 50 días de conflicto provincial.
Fue el momento más tenso de la protesta porque mostraron bidones con combustible y amenazaron con incendiar el edificio ante la posibilidad de desalojo forzoso por parte de la Gendarmería Nacional. Finalmente, se logró descomprimir la situación oficiando de testigos del acuerdo el Defensor del Pueblo, Ricardo Azparren, y algunos concejales capitalinos. El cumplimiento de ese acuerdo es el que están reclamando los policías actualmente.