Cuando hay requisa en pabellones de presos de la Unidad Seis no la pasan del todo bien. Los que habitan el Pabellón 13 son los que más lo saben. Es el pabellón donde conviven los presos de mayor peligrosidad y más largas condenas. Y además se considera “de asilamiento” y en la jerga se lo denomina “buzón”. Se puede decir que es uno de los más pesados. Allí suele ocurrir que por algún motivo se produzca alguna discusión entre un funcionario de la cárcel y algún interno. Entonces, la determinación es inmediata: lo cierran. Nadie puede entrar ni salir. Ni siquiera para ir al baño. Los reclusos deben orinar en botellas, vasos de plástico o cualquier recipiente que tengan a mano. Ni que hablar si sus necesidades fisiológicas son otras. Y esto ocurre porque cuando se cierra un pabellón, se cierra todo el día.
Hay otro pabellón con detenidos de los considerados peligrosos. Es el número 14. Allí los problemas son mayores porque en general, los reclusos que conviven no se llevan bien entre si. Y entonces se producen enfrentamientos. Al pabellón 14 se lo conoce como “la villa”. Y el sábado anterior hubo un enfrentamiento con armas blancas entre dos presos. Se enfrentaron con las denominadas “facas”. Las “facas” son cuchillos de fabricación casera que los presos construyen con tenedores, cucharas o cualquier otro elemento de metal que tengan a mano. Llamó la atención porque las autoridades dicen que ya no hay utensillos de metal. Todo es de plástico. Entonces nadie sabe de qué manera, el metal ingresa a las celdas para que los presos construyan sus armas blancas. La pelea entre los dos reclusos no terminó con uno muerto de casualidad.
La otra cuestión está en la atención médica. Es muy difícil que en la Unidad Seis haya un médico en forma permanente. Todos (alrededor de seis) realizan las denominadas “guardias pasivas”. Es decir se encuentran en otro lado y si hay alguna emergencia los llaman. “Ocurre que la mayoría tiene varios cargos en otros lugares y entonces se les hace difícil estar en la unidad”, confió una fuente a Jornada. Con suerte, en la sala de atenciones hay un enfermero. Pero ocurren otras cosas: por ejemplo hay presos que llegan desde otras unidades del país medicados. En general, son medicamentos para quienes sufren trastornos psicológicos o psiquiátricos. Sin que medie ninguna explicación racional, en la Unidad Seis esa medicación se les suspende en muchos casos. Los presos con esas patologías sufren de manera inmediata la suspensión de la medicación como le pasaría a cualquier ser humano en esas condiciones. Aseguran que ni siquiera le dan la medicación ante una orden de un juez. Existe un equipo de psicólogos que cumplen horarios limitados por lo cual también es limitada la duración de una sesión.
En las denuncias que cotidianamente los presos realizan en el Juzgado Federal hay denominadores comunes: apremios ilegales, torturas, vejaciones y malos tratos. También en las declaraciones, los internos aseguran que en muchos casos son provocados para que reaccionen. Hay internos a los que les falta muy poco tiempo para obtener la libertad. Pero son provocados para que reaccionen y entonces, son sancionados. La libertad se demora.
Las autoridades federales están sorprendidas porque esta supuesta escalada de violencia comenzó a fines de noviembre pasado y se prolongó hasta febrero. El resultado: dos reclusos muertos en circunstancias poco claras y otros dos con quemaduras. Uno de ellos está grave internado en un instituto cardiovascular de Rawson. Hubo otro herido con arma blanca y varios con golpes en los denominados “días de furia” del 13 y 14 de febrero pasado. Por ahora es lo que se sabe de lo que ocurre en el interior de la Unidad Seis una cárcel con historias ligadas a la violencia, la tortura y la muerte. Así y todo conserva su denominación de origen: Instituto de Resocialización, Unidad Seis, Rawson. Servicio Penitenciario Federal. Sin embargo y pese a la denominación una fuente del juzgado confió a Jornada: “En realidad, los presos salen peor de lo que entran. Los tratan como a perros”.
fuente
http://www.diariojornada.com.ar/91323/Politica/Torturas_vejaciones_y_malos_tratos_las_denuncias_de_los_presos_en_la_U6