El nuevo Sistema Procesal Penal, que rige en la provincia desde el 10 de febrero, ya investiga más de 12 mil causas en la regional Rosario. Se trata de delitos cometidos y denuncias realizadas a partir de esa fecha, y que se ventilarán en audiencias orales y públicas a partir de la sospecha y detención de un presunto imputado. Hasta la semana pasada, se habían realizado más de 280 audiencias. La nueva Unidad Fiscal de Homicidios Dolosos del Ministerio Público de la Acusación tiene 43 crímenes en investigación, de los cuales 13 ocurrieron en ocasión de robo; casi una veintena tuvo que ver con peleas entre bandas; el resto estaría relacionado con conflictos interpersonales. Las armas de fuego son las más utilizadas en estos casos, ya que se empuñaron en 33 de los crímenes registrados entre febrero y marzo. En otros seis casos, el autor eligió un arma blanca. Las motos fueron los vehículos elegidos por los presuntos homicidas en 15 hechos. Del total de investigaciones, 2.500 tienen que ver con accidentes de tránsito. Cheques extraviados, denuncias por violencia de género y robos de viviendas, completan la lista. Además, hay más de 50 hechos con un funcionario policial imputado.
El fiscal Regional, Jorge Baclini, consideró que la vigencia de la reforma penal causó «un terremoto» en la Justicia Penal. Y detalló: «Se desacomodaron todas las estructuras, y luego de producido un terremoto sobreviene un período de asentamiento, que es donde estamos ahora, con algunos temblores. Toda la relación y las prácticas que tenían los actores (dentro del viejo sistema), las vinimos a desbarajustar. Y genera problemas que se tienen que ir acomodando. Tenemos que trabajar mucho en esto».
Al mismo tiempo, se refirió a los casos de homicidios, frente a las cifras cada vez más alarmantes. «Estamos trabajando bien, y con esto quiero decir que estamos tomando una tasa de esclarecimiento del 55 por ciento. En ese porcentaje pongo a personas identificadas como presuntos autores. Después tenemos una tanda de casos NN, que llega al 25 por ciento aproximadamente. La otra franja son casos que calificamos como identificables; es decir, nos falta trabajar con los testigos para que nos garanticen una declaración; hay un punto de confianza bastante positivo que estamos logrando con los testigos para mejorar la tasa de esclarecimiento. De ese 55 por ciento, el 30 por ciento son imputados detenidos, y el resto tiene orden de detención. Yo remarco que los números son buenos, pero tomando pautas de arranque, que fueron bastante complicadas. Si uno lo toma en términos concretos son resultados buenos; ahora si uno lo toma en abstracto, tendríamos que estar mucho mejor», consideró.
El funcionario destacó que la unidad especial que investiga homicidios tiene una «muy buena dinámica»; y remarcó la importancia de la presencia del fiscal en la escena del hecho, excepto en aquellas situaciones en las que por seguridad no es conveniente. «Es interesante que el fiscal vaya porque obtiene información de primera mano, genera situaciones de confianza que no se llegan a generar con la policía». También remarcó un «defecto», porque «más allá de los esfuerzos que hace el área de criminalística levantando muestras, nos está faltando trabajar muchísimo más en tecnología de la investigación. Se carece de aparatos necesarios para mejorar nuestros estándares tecnológicos de investigación. Estamos trabajando en la prehistoria», lanzó; aunque destacó el «esfuerzo terrible del área».
Baclini también se refirió al trabajo conjunto con el Registro Nacional de Armas (Renar), con el que están esperando firmar un convenio que permita el acceso directo para obtener información online. «Ahora estamos trabajando con ellos enviándoles todas las balas que tenemos secuestradas para hacer el seguimiento del arma, y en el futuro podremos cotejar si un mismo revólver fue utilizado en diferentes hechos». Otra complicación tiene que ver con las empresas de telefonía, que son «más que nada de coordinación».
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