Las cárceles de Paraguay sufren de terribles males, como el hacinamiento y la corrupción, pero dentro del caos siempre hay algo bueno y rescatable, como las 114 presas del Buen Pastor que decidieron cambiar sus vidas a través del estudio.

Actualmente, el presidio de mujeres alberga a 460 internas. Es un reclusorio que tiene las mismas carencias que otros y afronta similares problemas; sin embargo, un pequeño grupo de presas decidió ocupar sus horas ociosas en estudiar y poder así ganarse el boleto a la reinserción social.

Un total de 97 internas están cursando la primaria y secundaria, mientras que otras 17 ya están en el cuarto curso de la carrera de Derecho.

La directora del penal, Norma Bogarín, señaló que desde hace años vienen implementando este sistema educativo para las internas que quieran retomar sus estudios o las que quieran iniciarlos.

“Las internas que quieran estudiar tienen que reunir una serie de requisitos más allá de la simple intención de estudiar: deben tener una buena conducta, deben trabajar, y eso les dará la oportunidad de ser parte del programa de estudios”, explicó la directora.

Los días de clases son los lunes, miércoles y viernes en horas de la tarde. La escuela primaria fue implementada hace ya tiempo, mientras que los cursos de 1º, 2º y 3º de la Media se imparten a distancia.

En tanto, las clases de la carrera de Derecho fueron posibles gracias a un convenio que tiene el Ministerio de Justicia con la UTCD.

“Los profesores de Derecho vienen tres veces a la semana para dar clases a sus 17 alumnas, quienes cursan el cuarto año. Todas muestran un gran compromiso con los estudios y hasta el momento llevan adelante las materias con mucha responsabilidad”, señaló la directora Norma Bogarín.

La UTCD no les cobra cuotas a la internas, pero sí el derecho a exámenes. Para costear esos gastos, las reas realizan trabajos dentro del penal que son pagos.

La intención de estas 114 internas es salir en libertad y poder valerse de sus propios medios para volver a ser útiles a la sociedad.

Muchas de estas internas tienen historias terribles, que les valieron hoy purgar largas condenas; pero el arrepentimiento se ve reflejado en el esfuerzo que a diario invierten en sus estudios.

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