El presidente del Superior Tribunal de Justicia advirtió que ese paquete de leyes tiene “errores muy grandes” que tendrán costos económicos pero que a pesar de las advertencias, los diputados no lo retocan. Y aclaró que si el juez lo permite, los abogados podrán ir a las audiencias sin corbata.

-¿Cuál es su versión de la obligación de los abogados de usar corbata en las audiencias?

-Es un tema menor y se le dio una trascendencia que no tiene. Lo único que hicimos fue un acuerdo para saber si se iniciaba el proceso de destitución a los jueces que estuvieron en la audiencia donde se produjo el incidente. Cuatro ministros votamos que no había mérito suficiente. También votamos no seguir las acciones de superintendencia contra los miembros de esa cámara. Por mayoría archivamos y olvidamos el tema. En ningún momento se dijo o dijimos que la corbata fuera obligatoria. Lo que pasa es que cada uno hizo consideraciones secundarias y de ahí se pueden inferir algunas cuestiones. Pero es un asunto cerrado. No hay ni habrá sanciones ni habrá para los jueces que estuvieron.

-¿Pero tomaron alguna decisión respecto al uso de corbata?

-No. Lo normal es mantener el decoro dentro del tribunal. La costumbre que no imponen las jueces sino los abogados, es el uso de corbata. Miramos la actuación en otros países y quizás sea el símbolo de una época que puede variar y no hay razón para que no varíe, pero en ese caso se irá exteriorizando la costumbre. Existe una costumbre impuesta por los abogados de uniformarse de esa forma en las audiencias. Recuerdo que hasta no hace mucho los empleados venían así y nadie se los imponía. A lo mejor se está informalizando pero las costumbres cambian muy lentamente.

-En este sentido, ¿deciden algo en el acuerdo?

-Decimos lo que piensa cada uno pero no es la parte normativa de la resolución. El que debe decidir conforme la circunstancia es el juez de la audiencia.

-¿Entonces no hay prohibición expresa?

-No existe una prohibición expresa. Podría decirse que de acuerdo a lo que manifestamos todos, lo ideal sería mantener esa costumbre. A veces el temor es cuál es el límite: ¿sin saco?, ¿en remera?, ¿en bermuda?, ¿cómo es el “libremente”?, ¿dónde está el límite del decoro? Eso lo debe manejar el juez en la audiencia. Es mi criterio, es una cuestión de límites que hasta ahora se planteó muy pocas veces en el país porque se sigue la costumbre o porque hay entendimiento entre tribunales y abogados.

-¿Tenían que ponerse a discutir esto?

-Sí, porque hay un pedido expreso de (Alejandro) Panizzi de que mandáramos al tribunal de enjuiciamiento a los jueces. Sí o sí teníamos que tratarlo y estudiarlo. En mi escrito empiezo diciendo que me parece una cuestión nimia, un incidente en una audiencia que no me parece importante. Pero se planteó la necesidad de expedirse, entonces cada uno planteó su posición y se concluye que este juez no será sometido ni a proceso de enjuiciamiento ni a incidencias. Por otro lado, el juez es el director del proceso y no lo podemos negar, esté equivocado o no. Quizás uno hubiera tomado otra posición si hubiese estado al frente de la audiencia, pero no lo podemos sancionar porque hay una costumbre y tomó una de las opciones que se podían haber tomado.

-¿Usted prefiere de corbata?

-Si estoy en una sala de audiencia, sí. En lo personal me dijeron que pertenezco al grupo de los monárquicos. Yo soy democrático, todo el mundo lo sabe, dediqué gran parte de mi vida a trabajar en democracia. Pero algún orden debe haber. En los juicios en EE.UU., el juez es jefe del proceso y lo que dice se hace, no es que hay discusiones de este tipo, y en muchos países también. Hay una suerte de respeto reverencial no al juez sino al espacio de la sala de audiencia. Allí se toman decisiones y pasan cosas mucho más importantes que lo que pasa dentro de un templo, por ejemplo. La sanción o lo que decida el juez se cumple inmediatamente, entonces en la cultura de muchos países el espacio de la sala de audiencia es respetado y los jueces también. No veo mal que se mantenga algún tipo de uniformidad. Hay circunstancias muy especiales, como una audiencia de control de detención donde al abogado lo buscan y va en las condiciones que está. O para ratificar un pacto de cuota Litis, tendríamos que estar muy mal de la cabeza para pedirle a alguien que tenga corbata. Ahora, si es un debate por un homicidio, hay cierta seriedad que en general los tribunales de todo el mundo mantienen.

-¿Es un tema cerrado?

-Totalmente cerrado.

-Podrá ser un tema menor pero se suspendió una audiencia y se perdió tiempo…

-Sí. Estoy totalmente en contra de que se suspendan audiencias, que no quepa la menor duda, debe haber cuestiones extremas para suspender, pero fue un incidente. Si no hubiera sido por la trascendencia que se le dio, no pasaba de ser anécdota de una de las tantas audiencias que se hacen, donde pasan muchísimas cosas cada vez que se hace un debate.

-¿Le molesta que Panizzi haya planteado que en el Poder Judicial hay un modelo democrático y otro monárquico?

-No quiero debatir el tema pero soy una persona totalmente democrática. Mi primer cargo público fue al comienzo de la democracia como secretario de gobierno municipal. Me causa cierto dolor porque es una vida vivida y todos los estuvieron en vida pública de la provincia me reconocen haber sido una persona tolerante, así que no me gusta.

-¿Cómo está el clima dentro del Superior?

-Las cosas están bien. Que lástima que a veces las cosas buenas no se publicitan y aparecen las malas. No hay reunión o no me encuentro con juristas de nota que no mencionen las sentencias civiles del Superior. Por ejemplo, la del aborto terminó con una discusión en Argentina que nunca se había resuelto. Fuimos los primeros y la Corte tomará esa sentencia para ofrecerla como caso a toda la Nación. Ahora se habla tanto de las esposas que pueden tener a sus maridos en la obra social, haciendo efectiva la igualdad de género, y nosotros nos adelantamos con una sentencia hace mucho tiempo. La interpretación de la fertilidad asistida como derecho a la salud la dictamos antes de que se dictara la ley y que se hiciera la sentencia en el orden nacional, igual que el pago del cinturón gástrico de las obras sociales. Son temas muy trascendentes y tenemos una jurisprudencia muy precisa que mereció ser atendida por todos los juristas y sin embargo queda dando vueltas, por eso digo que tenemos una etapa de producción jurídica muy buena en este momento.

-¿Las esquirlas del juicio político no afectaron su trabajo?

-No me afectó absolutamente en nada ni en la generación de trabajo. Tuvimos una etapa de oro en la Sala Civil, con esta seguidilla de fallos que marcaron hitos en la provincia y en la jurisprudencia nacional.

-En algún momento anunció demandas suyas contra Panizzi…

-Son decisiones personales que ya veré.

-¿Está arrepentido de haberlo dicho?

-No me arrepiento de nada, hice las cosas que pensé que correspondían y lo que venga lo veré, pero soy firme en mis convicciones. No demostré gestos de debilidad y así voy a continuar, por eso tengo un momento bueno intelectualmente y muy estable en lo personal. Estoy bien y con eso me alcanza.

-¿Se jubila este año?

-Tengo sentimientos encontrados ciertamente. El Derecho me gusta, dediqué mi vida a estudiarlo y tengo la mejor producción en este momento. Depende de varias circunstancias. La edad la cumplo a fin de año pero tengo hijos, esposa, nieto y a veces ellos sufren más que yo cuando uno está en determinado lugar, así que nos sentaremos a hablar en familia y veremos. Lo que sí, y que quede absolutamente claro, no me retiro. Me voy del STJ y estaré en la Universidad; planeo hacer una Fundación para estudios superiores de Derecho. Algo voy a hacer y trataré de ser productivo, no transformarme en un abuelito que va a jugar al ajedrez a la plaza, pero eso depende el espacio donde me pueda desarrollar. Hay que hablarlo con la familia porque en definitiva y más a esta altura de la vida, es la que te acompaña.

-¿Con 5 ministros están bien?

-Creo que sí. Sucede que hay que hacer un proceso legislativo y en este momento no están dadas las mayorías parlamentarias para lograr los consensos. Si nos vamos todos, dentro de poco tiempo no queda nadie. Todos tenemos 60 años y hay que tratar de asegurar el funcionamiento en este corto lapso. Si me pide opinión yo seguiría con 6 por algún tiempo. El tribunal de 5 tiene la ventaja de asegurar que no haya empate y que todos podríamos tratar todos los juicios. La desventaja es el número en las decisiones de cada sala. Pero es una decisión política, podemos opinar pero no hacer mucho.

-¿Cómo están las cosas con Legislatura? Uno nota que muchas veces ustedes piden temas que no se dan, como el presupuesto…

-Ahora tenemos algo peor: estamos advirtiendo permanentemente que el Digesto tiene errores muy grandes que están llevando a la Provincia a perder plata. Tenemos una jurisprudencia que dice que no construimos Derecho en base a errores. Vamos a fallar conforme a la ley histórica si es necesario, cuando se demuestre que Legislatura volvió a poner en vigencia leyes que estaban derogadas o derogando leyes que estaban vigentes, depende el caso. Como pasó con la Policía hay muchos. Le avisamos a Legislatura, mandamos pedir que las corrija y no las corrige. Esto es muy grave porque estamos sabiendo que mañana el Estado va a perder mucha plata y lo avisamos. Detectamos que hay una cláusula en la Constitución que establece que con dos fallos del STJ que dicten inconstitucionalidad, se deroga la ley. No hicieron el relevamiento de esas leyes, entonces siguen vigentes leyes que están derogadas. Por eso hay sentencias que se publican en el Boletín Oficial: se le avisa a la sociedad que se resolvió y que a partir de ahora no tiene más vigencia. Estamos preparando un informe para Legislatura por ese tema.

-¿Hay alguna cuestión similar?

-La otra es que Luis Oroquieta nos pide un juicio político. Tenemos una ley por la cual podemos mantener en plazo fijo, no se le toca el dinero a los abogados que por dos años no mueven un juicio, sino que a los dos años se pasa a plazo fijo y si mañana piden devolución es inmediata. No hay que pensar que vence el plazo. Actualmente están sin renovar porque el Digesto lo dio como ley histórica, eso priva al Poder Judicial de una cantidad de dinero que ahora se pierde: está en el Banco, sin moverse y evidentemente no nos pagan intereses, entonces se priva al Estado de un dinero que sirve para equipamiento o para la Ciudad Judicial, sólo porque se puso como derogada una ley que estaba vigente.

-¿Qué pasa con el Código Civil?

-No sé qué motivo hay no para que se apruebe sino para que se discuta aunque sea, para que la sociedad se dé cuenta de que estamos administrando justicia con una norma vieja.

-¿Qué diría del juicio por jurados?

-Es una expresión democrática que está en la Constitución y nunca se puso en marcha. Es una garantía más para el ciudadano que será juzgado. No tiene nada que ver con el tema de la seguridad pública porque si uno lo asocia y piensa que esto va a servir para resolver eso, estamos errando. Pero todo lo que sea modernizar y democratizar los procesos debe ser bienvenido.

-¿Estamos en condiciones de implementarlo?

-Tenemos la obligación de crear las condiciones, porque si no es lo que pasa en el país para paralizar las cosas. Por ejemplo: ¿estaremos en condiciones de hacer juicios civiles orales? Siempre lo hicimos de la otra forma pero debemos poner las condiciones para que se pueda hacer.

 

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