Néstor Fabián Gramajo denunció que estuvo detenido un año y seis meses en la seccional 13°. El joven dijo que la Policía lo golpeó y lo amenazó en reiteradas ocasiones. Incluso, Gramajo acusó a los uniformados de haber hecho «acuerdos» con otros presos para que también lo golpearan. En uno de esos ataques casi pierde un ojo -dijo el joven, que ahora tiene 26 años-, por un golpe que le dieron mientras dormía.
A lo largo de los 18 meses que estuvo privado de su libertad fue testigo de las «transas» que se hacían en la comisaría. «Los policías les vendían pastillas y marihuana a los presos. En ese lugar, empecé a consumir fármacos para poder dormir. Las pastillas las vendían a $ 20 y la marihuana a $ 50. Cuando me llevaban la comida, los policías se comían la mayor parte y me entregaban lo que les sobraba», denunció.
La causa del arresto
Todo comenzó el 28 de junio de 2010. Ese día Néstor fue arrestado. «Eran las 21.50. Estaba sentado en la vereda de mi casa tomando cerveza. En la calle, el hijo de mi vecino andaba en bicicleta. Me le acerque y le pedí que me devolviera $ 4 que me debía, como no los tenía le saqué la gorra y le dije que me la iba a quedar. Pero como comenzó a llorar se la devolví», recordó Gramajo. Según el testimonio del joven lo que él hizo fue una broma porque conocía al menor.
Después de esto el niño, que en aquel momento tenía 12 años, entró en su casa y salió con su padre rumbo a la comisaría. La familia Gramajo vive en Magallanes al 1200, en esa cuadra está la seccional 13° a cargo del comisario Víctor Ledesma. «El padre de ese chico me conoce. Le pregunté adónde iba y me dijo que estaba por denunciarme, porque le quise robar la bicicleta a su hijo», dijo Gramajo. A pesar saber esto, el joven se quedó en la vereda.
Luego un policía, identificado como Ariel Chávez, se acercó para arrestarlo. Asustado, Gramajo entró a su casa y subió al techo. A los pocos minutos unos 15 policías rodearon su vivienda y lo persiguieron por los techos hasta que lograron aprehenderlo. «Cuando me detuvieron el comisario Ledesma y el oficial Chávez me pegaron para que toque con mis manos un revólver. Luego me esposaron en el baño de la comisaría, me sacaron la ropa, me mojaron y me picanearon los testículos. Después cuatro policías encapuchados entraron al baño y me golpearon hasta dejarme inconsciente», aseveró Gramajo. A pesar de las lesiones que sufrió, denunció que los policías lo llevaron al médico dos meses después de haber sido arrestado.
En la celda, Gramajo afirma que vio al hijo mayor de su vecino dejar la bicicleta del menor en la comisaría. «Al verlo, le pregunté por qué hacia eso. Pero él no contestó. Los otros presos me dijeron que no podía hacer nada y que seguramente estaban por armar una causa penal en mi contra», afirmó.
Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/nota/479780/Policiales/Denuncia-que-lo-picanearon-en-una-comisaria.html