Neuquén
Una auditoría realizada a pedido del TSJ, para analizar el funcionamiento del Poder Judicial a partir de la puesta en marcha del nuevo Código Procesal Penal, da cuenta de falencias existentes que hacen prever un “cuello de botella” que pone en jaque a toda la estructura de no implementarse mejoras sustanciales en el corto plazo el colapso está a la puerta.
En los primeros seis meses de funcionamiento del nuevo Código fracasaron el 32 por ciento de las 930 audiencias realizadas por problemas de logística y la Oficina Judicial (OFIJu) admiten que está desbordada.
El informe explica respecto de la OFIJu: “la Oficina Judicial resulta ser el nudo gordiano del nuevo sistema y sería menester darle absoluta prioridad a su equipamiento y recursos. En este sentido comprobamos que efectivamente la presión sobre la OFIJu es mucha y en alguna medida no siempre pueden dar respuesta”.
Cuando evalúan las audiencias hablan de complicaciones que existen a la hora de notificar a los imputados.
“En más de una ocasión los notificadores no pueden acceder a los domicilios donde deben notificar porque resultan francamente peligrosos o porque temen por su seguridad”, afirman los auditores.
La posible solución que ofrecen apuesta a la productividad pero policial. “Habría que repensar la posibilidad de que las notificaciones penales se realicen por intermedio de Policía. Imaginamos que debería optarse por un régimen vinculado a la productividad. Concretamente, que la Policía cobre por aquellas notificaciones que efectivamente realiza y no por las que fracasan. Cualquier avance en esta materia importaría un enorme ahorro de recursos que hoy se dilapidan en audiencias que se suspenden”.

Cuello de botella
En la medida que el nuevo código siga sumando causas al sistema, los auditores adelantan que producto de la carencia de jueces se podría producir un cuello de botella, lo que adelanta un colapso del poder judicial.
En resumidas cuenta se explica que los jueces no pueden participar en una misma causa por lo que se deben citar nuevos magistrados que suelen estar en otras audiencias  o al Tribunal de Impugnaciones. “Más el aumento creciente de causas y el hecho que recién ahora empiezan los primeros juicios, lo cual hace suponer que las audiencias serán más largas y en mayor número requerirán de tribunales colegiados, esto nos obliga a encender un alerta respecto a los cuellos de botella que se generarán”, advierten los auditores.
La carencia de jueces, obliga a citar magistrados del interior de la provincia lo que deriva en gastos considerables para la estructura del Poder Judicial.

Impuntuales: 70% de las audiencias comenzaron tarde

NEUQUÉN
Curioso es que uno de los puntos destacados del informe es la impuntualidad en el comienzo de las audiencias. Casi el 70 por ciento de las audiencias realizadas durante el año han comenzado fuera de horario, cosa de la que tomaron nota los auditores.
“Las mayores causales de demora son por el retraso de audiencias anteriores, por la demora de los jueces y el traslado de detenidos”, detallan.
“Un atraso en comenzar una audiencia con el nuevo Código es infinitamente más gravoso. Hemos sido testigos de muchas esperas de todos los participantes por uno que se demora. También nos consta que en ocasiones hubo demoras de hasta 30 minutos y, cuando finalmente se da inicio, ni se da razón de la demora ni se deja constancia de su motivo. A quienes integramos el Poder Judicial nos cabe instarnos a revisar estas cuestiones y darle al tema de la puntualidad la relevancia que le corresponde”, concluye el informe.

 

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