Denunciantes con identidad reservada, restricción a los imputados a los lugares de recreación y esparcimiento de sus víctimas y estudios psicológicos y sociambientales, son parte de las modificaciones propuestas por el legislador por el PJ, Gustavo Fernández Mendía.

El diputado nacional por el justicialismo, Gustavo Fernández Mendía, dio detalles a Plan B sobre su proyecto para modificar algunos artículos en la ley de Violencia Familiar.

“Queremos impulsar son agregados en tres artículos de la ley que tienen que ver con la posibilidad de que cualquier vecino pueda ser denunciante, con identidad reservada”, dijo.

“Muchas veces los casos son detectados por vecinos o familiares y como quieren resguardar su identidad no hacen la denuncia. Por eso nos parece atinado que se puedan recibir denuncias con identidad reservada”, indicó.

“Otra de las modificaciones que pretendemos hacer es que la restricción al imputado en los casos de violencia familiar, se extienda a los lugares de estudio y esparcimiento. Muchas veces el acoso sucede en estos sitios”, indicó.

“También impulsamos que antes de realizarse el levantamiento de restricción a quien ejerce violencia familiar, sea necesario un estudio socio-ambiental y psicológico. Muchas veces se levantan estas medidas sin hacer ningún estudio”, indicó.

—¿Hoy el denunciante tiene que dar el nombre?

—Sí. La idea es que se puedan realizar denuncias y que se reserve su identidad.

—¿No habilitaría denuncias falsas?

—Que se reserve la identidad, no significa que no se haga cargo de lo que denuncia.

—¿Qué rescatas de la sanción del Código Civil?

—Era absolutamente necesaria la reforma. Vélez Sarsfield fue un visionario, pero había que adecuarlo a las nuevas formas sociales, económicas y contractuales que tienen estos tiempos. Creemos que esta reforma pinta el nuevo mapa social del país.

En este sentido, Fernández Mendía resaltó al matriomnio igualitario, la posibilidad de que los divorcios sean más expeditivos, agilidad para las adopciones y formas como la propiedad horizontal o los tiempos compartidos.

“Hay una innumerable cantidad de cosas que quienes lo escribieron hace 150 años no podían imaginar y ahora son derechos reales”, dijo.

“También hay nuevas obligaciones: cuotas alimentarias para los hijos y otros temas que consolidan derechos. Es bueno que así sea. Las opiniones en contra solo fueron de índole reglamentaria. Estamos muy felices de haber podido consolidar este nuevo código”, dijo.

—La oposición se retiró por una cuestión de forma o política?

—Es una actitud política, porque no tenían disidencias reales con este nuevo código. Hace tres años que está en discusión, que recorrió todo el país y no es válido el argumento de que hay diputados que asumieron en diciembre. Tuvieron 8 o 9 meses para leerlo. Son argucias para no llevar adelante una discusión, ya que no había disidencias y vieron esto como un logro político para el gobienro e intentaron empañarlo de este modo.

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