Fue el 27 de abril de 2007 pero recién ahora se hizo el juicio oral. La sentencia fue a un año y seis meses de ejecución condicional. ¿Importa quién fue la víctima?

Unidad 9 de Neuquén.

Varios hechos para destacar. Por un lado, la valentía del preso en denunciar al guardiacárcel, con el cual siguió conviviendo. En su declaración dijo que tenía naturalizado “el verdugueo diario”, es decir, el sopapo, la cachetada, el maltrato, pero esa vez los golpes fueron excesivos.

Por otro lado, los insólitos 7 años que esta causa tan sencilla demoró en llegar a juicio oral.

Tercero, la sorpresa que parece provocar en uno de los jueces la personalidad de la víctima. Así lo describe: “un sujeto que ha dejado una imagen de poseer una personalidad compleja, con múltiples facetas en su forma de comunicarse, ciertamente algo conmovido en el ánimo por verse testificando ante su victimario aunque sin demostrar signos de amedrentamiento, de narrativa larga y con tendencia a la dispersión, con nivel socio cultural por arriba de la media normal y capacidad de jactarse de poseer amplia experiencia en la vida en el penal, con conocimiento de rutinas y reglamentos de la Unidad”.

Y por último, el discurso políticamente correcto del fallo (aquí en pdf), que es bienvenido, pero resulta insuficiente cuando se refiere a lo que sucede en una de las cárceles más violentas del país y en una sentencia que llegó 7 años después de los hechos:

“La habitualidad de “cachetadas” o “toques”, como se les llama en la jerga carcelaria según nos ilustrara el juicio, grafican con solvencia el constante –y por cierto trágico–proceso de humillación al que era sometido el interno. Denigración internalizada en las personas privadas de libertad, claro está ante la ilegal propuesta del uniformado (…)

“Visto el escenario desde un lugar criminológico, dicho esto con humildad y respeto por esa ciencia, cuanto arriba se expone, grafica el fenómeno de “naturalización de la violencia institucional” sin otra explicación posible. Todo una vergüenza, todo una tragedia, toda una falta de Estado en un tema tan sensible e importante como es la custodia de personas privadas de libertad”.

Ah, cierto, la víctima. ¿Cambia lo que usted piensa sobre el caso saber que fue Agripinio Rubio?