Los cerca de 2,570 delincuentes juveniles condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en cárceles de adultos en Estados Unidos viven en condiciones que violan los derechos humanos fundamentales, Human Rights Watch señaló en un informe publicado hoy. Estados Unidos es el único país en el mundo donde delincuentes juveniles (menores de 18 años al momento del delito) cumplen cadenas perpetuas sin posibilidad de libertad condicional. La Corte Suprema de Estados Unidos considerará los argumentos sobre la constitucionalidad de esta práctica en marzo de 2012.
El informe de 47 páginas, “Against All Odds: Prison Conditions for Youth Offenders Serving Life without Parole Sentences in the United States” (“Contra viento y marea: Condiciones penitenciarias para delincuentes juveniles condenados a cadena perpetua sin libertad condicional en Estados Unidos”), se basa en seis años de investigación, entrevistas y correspondencia con funcionarios penitenciarios y cientos de delincuentes jóvenes que cumplen cadenas perpetuas sin posibilidad de libertad condicional. Human Rights Watch descubrió que casi todos los delincuentes juveniles condenados a cadena perpetua sin libertad condicional denunciaron sufrir violencia física o abuso sexual por parte de otros internos o funcionarios de prisiones. Estadísticas nacionales indican que los reclusos jóvenes que cumplen con cualquier tipo de condena en cárceles de adultos, así como aquellos con una complexión débil y bajo peso corporal, son más vulnerables a los ataques.
«Los niños que cometen delitos graves y que causan daño a los demás deben rendir cuentas», dijo Alison Parker, directora del programa de Estados Unidos de Human Rights Watch y coautora del informe. «Pero ni los delincuentes juveniles, ni los demás presos, deben soportar cualquier forma de abuso físico».
Esta nueva investigación arroja luz sobre la gravedad de las condiciones carcelarias para los que cumplen esta sentencia, dijo Human Rights Watch.
“[Estaba] muerto de miedo. Medía 5 pies y 6 pulgadas, pesaba 130 libras y me enviaron a la Prisión Estatal de la Bahía Pelícano. Intenté matarme porque no podía soportar lo que me decían las voces en mi cabeza…‘Te van a violar.’ ‘No volverás a ver a tu familia’”.
En 38 cárceles estatales y federales, jóvenes delincuentes son condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. A menudo ingresan a cárceles para adultos cuando todavía son niños, aunque algunos llegan a la edad adulta cuando finalizan sus juicios y comienzan a cumplir su condena. Las políticas penitenciarias que canalizan recursos a los presos que se espera que sean puestos en libertad a menudo niegan a los jóvenes que cumplen cadenas perpetuas sin libertad condicional oportunidades de educación, desarrollo y rehabilitación, Human Rights Watch concluyó.
Los jóvenes infractores con frecuencia hablan de tener pensamientos de suicidio, sentimientos de intensa soledad o depresión. El aislamiento se agrava con frecuencia por el régimen de incomunicación. En los últimos cinco años, por lo menos tres delincuentes juveniles condenados a cadena perpetua sin libertad condicional en Estados Unidos se suicidaron.
Si bien el informe encontró numerosos ejemplos donde las condiciones de detención habían causado daño a los delincuentes juveniles, también hubo varios ejemplos de jóvenes que habían sido capaces de continuar su educación y mostraron evidencias de rehabilitación y el deseo de contribuir a la sociedad si alguna vez fuesen liberados.
Tanto el gobierno federal como los estatales deben abolir la cadena perpetua sin libertad condicional por delitos cometidos por niños, dijo Human Rights Watch. Los funcionarios gubernamentales responsables de los menores delincuentes deben reformar las condiciones de confinamiento para dar cabida a su especial vulnerabilidad, a sus necesidades y capacidad para madurar, a que reflexionen sobre el daño que han causado y puedan cambiar.
«Porque los niños son diferentes, cerrar la puerta al crecimiento, desarrollo y rehabilitación hace que una sentencia a cadena perpetua sin libertad condicional sea un castigo de crueldad excesiva», dijo Parker. «Se debe ofrecer a los jóvenes delincuentes un camino a la rehabilitación en la cárcel – no deben ser forzados a renunciar a su futuro».
Testimonios presentados en el informe:
Violencia sexual y física
«Cuando estaba chico, era desconcertante y aterrador, como un pez tirado al agua sin saber nadar. Todos parecían grandes y peligrosos y amenazantes, me retaban e intimidaban mucho. Los caninos [depredadores sexuales] me acechaban, y en todo momento esperaba ser atacado».
– Tyler Y. (seudónimo), joven que cumple una cadena perpetua sin libertad condicional en Colorado
Falta de oportunidades educativas
«Los condenados a cadena perpetua sin libertad condicional no puede participar en muchos programas de rehabilitación, enseñanza, formación profesional u otras asignaciones a disposición de otros presos con fecha para su libertad condicional …. La supuesta racionalidad es que los condenados de por vida sin libertad condicional no tienen posibilidades de salir y sólo se estarían tomando un lugar que podría aprovechar alguien que realmente volverá a la sociedad algún día».
-Darryl T. (seudónimo), delincuente juvenil que cumple una cadena perpetua sin libertad condicional en California
Deseo de contribuir a la sociedad
«Yo estaría siempre agradecido… por la oportunidad de vivir mi vida por una buena razón. Me gustaría ir a las zonas más peligrosas de Afganistán… o subirme a la primera misión tripulada a Marte…. [S]i el Estado se me ofreciera alguna oportunidad terminar mi vida haciendo algo bueno, en lugar de vivir como un lento desperdicio en el mundo, sería una bendición para mí. »
– Troy L. (seudónimo), delincuente juvenil que cumple una cadena perpetua sin libertad condicional en Arkansas