NEUQUÉN (AN).- Luis Alberto Tello cumplió 9 años en prisión por abusar de cinco nenas. Recuperó su libertad y abusó de otra. Agripinio Rubio estuvo 9 años preso por dos abusos. Hoy está acusado de atacar a otras dos jóvenes. A Julio Aquines, el autor de la masacre del Limay, le negaron las salidas transitorias por su informe psicológico, pero en pocos años agotará su condena.
Casos distintos, en años separados, pero unidos por un mismo déficit estatal: ninguno recibió tratamiento psicológico y psiquiátrico en los años que estuvieron presos.
Con casi 600 presos, la provincia no posee un equipo interdisciplinario que brinde estos tratamientos mientras el gabinete criminológico del Poder Judicial se encarga de realizar los diagnósticos, la única opción de rehabilitación es la atención en los hospitales.
Es que el equipo de Población Judicializada dependiente del Ejecutivo asiste a las personas que recibieron como parte de su probation la realización de un tratamiento especial.
«Lamentablemente no hay un tratamiento integral como sí sucede aquí en Neuquén en la cárcel federal U9», explicó la jueza de Ejecución Penal, Raquel Gass. En una advertencia a la que se sumó la defensora de Ejecución Penal Luciana Petraglia, al remarcar que «es un déficit grande que estamos teniendo como Estado porque la finalidad de prisión es la resocialización y sin tratamiento es muy difícil que puedan hacerlo».
Años atrás se fijó que el Poder Judicial cuente con un equipo interdisciplinario formado por cuatro especialistas, pero hasta la fecha ningún profesional fue designado.
Esto a pesar de que, casi como un contrasentido, la provincia posee una cárcel (la Unidad 12) destinada casi exclusivamente a ofensores sexuales, un tipo de delito que en la mayoría de los casos parte de una patología.
La problemática no es nueva pero esta semana volvió a ponerse de manifiesto cuando a Aquines le negaron las salidas transitorias. El hombre es el autor de una verdadera masacre: sin motivo apuñaló a cinco niños y adolescentes y mató a tres de ellos.
Aquines fue condenado a prisión perpetua. Lleva 17 años en prisión, en tres años podrá solicitar la libertad condicional y en algunos más deberá ser liberado al agotar esa pena.
«Ya en 2013 la entonces jueza de Ejecución Penal, María Gagliano, solicitó que se haga un diagnóstico para determinar qué tratamiento debe seguir. El diagnóstico se hizo, pero no le dieron el tratamiento que se recomendó. El año pasado se ordenó que le den un tratamiento y ahora ordenaron que lo haga en el hospital Castro Rendón», contó Petraglia.
En la audiencia del jueves Aquines habló ante los jueces y les pidió «una oportunidad». Tal vez la mejor oportunidad sea que les brinden los tratamientos que las leyes contemplan.
http://www.rionegro.com.ar/diario/no-hay-tratamiento-psicologico-para-los-presos-7630931-62202-nota.aspx