El flagelo del consumo y la comercialización de sustancias ilícitas sigue sin freno en la provincia, según testimonios de funcionarios judiciales y policiales y de responsables de entidades dedicadas a la atención y recuperación de adictos (estatal y ONG’s).
El consumo de estupefacientes es delito federal y datos oficiales muestran que las nuevas causas este año (547) con las de arrastre llegan a 2.591 casos, 12% más que en 2013 que fue de 2.315 (400 nuevos). Además hubo 1.321 en trámite; 62 detenidos (47 varones y 15 mujeres); 140 sobreseimientos; 40 elevaciones a juicio (904 fueron archivados); 100 apelados y otros 86 tuvieron un destino incierto.
Los datos oficiales provienen de todo 2013 y el primer semestre de 2014 del Juzgado Federal de Santa Rosa (secretaría penal) y el segundo bimestre del año en forma directa desde la Justicia Federal de Bahía Blanca. Según el Juzgado Federal local (planillas de trámites de expedientes), el último año la cantidad de causas por tenencia ilegal de drogas sigue en ascenso y entre 2013 y 2014 significó un aumento del 11,9% con 547 movimientos de sentencias.
Para Alejandra Gils Carbó, Procuradora General de la Nación, en el total de casos iniciados por estupefacientes, en las dos terceras partes son infracciones a ley federal de drogas en los casos de tenencia para consumo personal y el otro rubro es el de los conocidos «kiosquitos».
El impacto que recibe el sistema judicial solamente por la infracción a la Ley de estupefacientes es muy elevado. En el primer semestre de 2014 de las 1.488 causas de delitos federales aquí, el 72% (1.070 casos) refiere a drogas y 28% restante a otros delitos (ley penal tributaria, contra la administración pública; la libertad; la fe pública y las personas entre otras).
En crecimiento.
En el primer semestre de 2014 hubo 1.070 trámites de expedientes con 138 movimientos de sentencias. En la segunda mitad del año, fueron 1.521 con 409 movimientos nuevos. Según indicaron fuentes judiciales, la cantidad de casos se acrecienta notablemente en las dos grandes ciudades de la provincia con un desmesurado avance en Santa Rosa.
El detalle suministrado por el Juzgado Federal de Bahía Blanca muestra que de las causas que hubo durante los 2 primeros semestres de 2014, se dictaron: 150 sobreseimientos, 86 fueron a archivo, 16 procesamientos, 33 elevaciones a juicio y 10 bajo tratamiento curativos. En tanto que el año anterior los números tuvieron menor incidencia aunque el peor ciclo fue el de 2012. Desde la Fiscalía Federal, adonde son delegados los casos por tenencia para consumo personal en particular, señalaron que están «tapados de trabajo».
Según cifras de la Justicia, casi la dos terceras partes de las causas por drogas (60% de los casos) se inicia contra portadores de pequeñas cantidades, en operativos policiales que se realizan -por ejemplo- en salidas de un boliche o algún recital y en los últimos tiempos en establecimientos secundarios.
Personal.
Sucede que hay un universo variopinto que contempla la ley 23.737: tenencia para consumo personal (artículo 14), comercio o tenencia para comercio, almacenamiento, transporte (artículo 5), o figuras de otros Códigos o leyes, como el de Contrabando.
La ley federal de drogas abarca distintos tipos de delitos que van desde la tenencia para consumo, la tenencia simple, que es cuando no puede ser tipificada como tenencia para uso propio. En estos casos puede haber otras figuras mucho más gravosas en materia de lo que implican las penas para el comercio de estupefacientes, el transporte, todo lo que tiene que ver con la producción en sí, lo que se denomina «las cocinas» y la participación en el tráfico interno.
No es lo mismo alguien que es detenido en la calle, que va dirigiéndose a su domicilio o su trabajo sin ninguna persona cerca, que un individuo que es detenido en un lugar público donde hay menores o en un espectáculo donde está rodeado de mucha gente, donde puede haber un acto de comercio ilegal y es allí donde se agrava la pena.
Cifras.
Es tarea de la Justicia determinar si alguien tiene droga para consumo o para vender. La ley no estipula las dosis de marihuana o cocaína que pueda tener un individuo para que sea considerado un caso de tenencia para uso personal, depende de las circunstancias de cada caso.
De todos los posibles análisis que el conflictivo mundo de la droga ofrece, el que más preocupa es el consumo de tales sustancias en la niñez y en la adolescencia. Los problemas ocasionados por las drogas se agravan en esas edades, etapas claves en el desarrollo integral del individuo, que pueden alterarse e incluso interrumpirse por el uso sistemático de las mismas.
Un reciente informe de distintos observatorios nacionales y la Secretaría de Abordaje de las Adicciones dan cuenta que entre 15 y 16 años es la edad de inicio para consumir de marihuana y entre 18 y 19 cocaína. En ese sentido, la marihuana tuvo un crecimiento del 75% entre los estudiantes en la década, mientras que las drogas sintéticas se incrementó un 300%, aunque en la provincia son todavía bajas las dosis encontradas en distintos operativos.
Colegios.
Nuevos datos revelan que entre alumnos de escuelas secundarias (estatales y privadas) las razones de iniciación en el consumo es para «desinhibirse, pertenecer, formar parte de un grupo», entre otras y 35% de los adolescentes que dicen fumar marihuana hasta 3 veces por semana y 12% lo consume consuetudinariamente.
Muchos delitos, distintos del tráfico de drogas, se cometen en distintas localidades en el marco de las operaciones de distribución, especialmente cuando el mercado de drogas comienza a asentarse entre los más jóvenes. De igual modo, una cantidad creciente de delitos se realizan con el fin principal de proveerse de medios necesarios para comprar droga y sostener una adicción que usualmente no se puede financiar por medios legales. Se sabe que La Pampa es un lugar de paso de la droga hacia el sur. Por ejemplo, la marihuana llega por tierra hasta Tierra del Fuego, pues en Chile se vende el kilo de marihuana a 3.000 dólares.