Lo del pulpa.” Así se conoce, entre los cultivadores, al primer grow de la ciudad de Buenos Aires. El local, ubicado en Aráoz 689, vende artículos para el cultivo y consumo de marihuana y fue allanado el último viernes 2 por la Policía Metropolitana por pedido de la jueza federal María Servini de Cubría. El operativo incluyó un carro de asalto, inteligencia previa de dos meses, además del secuestro de datos personales de los clientes. La defensa del comerciante pedirá la falta de mérito, porque no hubo denuncia contra el local, que sigue clausurado.
Ezequiel Daltra tiene 35 años y es dueño de Pulpot desde hace diez. En diálogo con Tiempo Argentino contó cómo fue el allanamiento, que cerró su fuente de trabajo: “Estaba recomendando a tres clientes el uso de fertilizantes orgánicos para floración cuando entraron tres policías de la Metropolitana vestidos con chombas que los identificaban. Cada uno exhibiendo armas cortas en mano y al grito de ‘¡ Policía,todos al piso!’, nos tiraron a todos”. Entonces entraron al local otros tres efectivos que revisaron todo ante la mirada de dos testigos: dos peatones de 18 y 37 años. La pesquisa duró más de tres horas y el operativo, unas ocho, en las que el trato fue amable, pese a la intempestiva presentación. Militantes cannabicos y cultivadores se enteraron de la noticia a través de las redes sociales y se agolparon en las puertas del negocio para apoyar a Ezequiel.
Los efectivos secuestraron un producto de cada artículo a la venta, residuos de cannabis quemado (sin efecto psicoactivo) y la colección personal de semillas de Ezequiel, que no se ofertaban.
“Hacía dos meses que me seguían –manifestó Ezequiel–, incluso los propios policías que me investigaban me avisaron. En el operativo no dejaron entrar a la abogada, ni me dejaron hacer llamadas. Se llevaron mi ficherito de cuenta corriente con datos de los clientes y hasta usaron las cajas que tenía en el depósito para llevarse lo incautado, rompiendo y maltratando lo que guardaba adentro de ellas.”
El apoyo se hizo sentir con el correr de las horas. Unas 150 personas se manifestaron en la calle y la policía tuvo que cortar el tránsito y pedir refuerzos a la brigada antimotines. Cuando salió Ezequiel, los vecinos aplaudieron desde los balcones.
Albino Stefanolo, abogado de Ezequiel, dijo a Tiempo que el operativo podría carecer de mérito porque se realizó sin denuncias previas contra el local y su dueño. “Veo que los tiempos están cambiando –opinó– y hay personas que se aferran a medidas para evitar esos cambios. La ley vigente sigue siendo muy represiva y propia de otras épocas. Cuando se penan estos casos se interviene en cuestiones de cultura y, cuando la ley interviene en cuestiones culturales se viola la Constitución. Si quieren cambiar la ley, el momento es ahora”.
Fuente: http://tiempo.infonews.com/2012/03/11/sociedad-69965-inusual-allanamiento-a-local-cannabico.php