El magistrado que su deuda pendiente es la localización del destino final que tuvieron las personas fusiladas el 13 de diciembre de 1976. Dijo que actualmente está investigando “la pata judicial” que tuvo la dictadura en el Chaco.
El juez Federal de Resistencia, Carlos Skidelsky, reconoció que su deuda pendiente es la localización del destino final que tuvieron parte de las personas fusiladas en la Masacre de Margarita Belén y que hasta el día de hoy se encuentran desaparecidas. Afirmó que actualmente está investigando “la pata judicial” que tuvo la dictadura en el Chaco y confesó haber sufrido amenazas y hasta un atentado, en el marco de su labor en causas vinculadas con investigar delitos de lesa humanidad ocurridos en la provincia.
Tras varios años de silencio, el juez que tiene a su cargo las causas Caballero Residual y Margarita Belén II reapareció en los medios. Esta vez, concedió este sábado una entrevista de más de 20 minutos a Radio Libertad. Sus declaraciones apuntaron a la actuación que le compete como magistrado responsable de investigar el Terrorismo de Estado perpetrado en la provincia entre 1975 y 1980.
“Lo que tengo como una deuda moral y pendiente, y que para mí sería mi último esfuerzo para irme tranquilo es encontrar los restos de las personas desaparecidas en la causa de Margarita Belén”, se sinceró Skidelsky. “Mi objetivo en la lucha esta por la violación a los Derechos Humanos hoy lo tengo como prioridad. Y recuperar los cuerpos de las personas desaparecidas sería una forma de cerrar las heridas en este hecho tan trágico y cumplir con los familiares de esas víctimas”, añadió.
Consultado sobre si cuenta con indicios nuevos que lo acerquen al lugar donde fueron enterrados, el juez comentó que hay “dos o tres” sitios en el cementerio San Francisco Solano de Resistencia donde cree que podrían estar los restos. De todos modos aclaró que no hay certezas en esta sospecha pero sí indicios importantes, las cuales serán confirmadas o desestimadas a través del trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
Cabe recordar que en la denominada Masacre de Margarita Belén, perpetrada el 13 de diciembre de 1976 por un grupo de militares, a la vera de la ruta 11, fueron fusilados de manera clandestina al menos 22 personas. De ellas, sólo se encontraron los restos de 11. En el expediente sólo se contabilizan cuatro víctimas más cuyos cuerpos no fueron hallados, que son Julio Andrés Pereyra , Roberto Yedro, Fernando Piérola y Reinaldo Zapata Soñéz. El resto de las victimas fusiladas y desaparecidas aún no están incluidas en la causa.
La pata judicial.
Por otra parte, y en el marco de las recientes detenciones del exfiscal General, Roberto Mazzoni y del exjuez Federal, Luís Córdoba, ambos, acusados de omisiones graves y complicidades con la represión ilegal en el Chaco, Skidelsky los enmarcó en lo que denominó como “la pata judicial”.
“Ahora comienza una investigación respecto a lo que se denomina la ‘pata judicial’ en el tema de la investigación de los delitos de lesa humanidad”, dijo el juez, previo a aclarar que sus declaraciones no se refieren a Mazzoni y Córdoba en particular, sino a la Justicia argentina en general. En este sentido, el magistrados recordó que ya a principios de la década pasada, en su dictamen en el que solicitaba a la Corte Suprema la nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, tenía una opinión formada sobre la complicidad que tuvo el Poder Judicial durante los año de plomo.
“Decía que los funcionarios de la Justicia habían colaborado no sólo con su gestión sino a veces con su pasión personal para convalidar esa situación inmoral, ilícita e injusta que se estaba dando en el país. Me animaba a decir eso porque ningún juez ni fiscal tuvo problemas (durante la dictadura). No me refiero a las dos personas que están en este momento sometidas a proceso, sino en general del Poder Judicial y sus falencias”, aclaró, al tiempo que adelantó que por el momento no se preveen nuevas detenciones en las causas que tiene a su cargo.
Atentados.
Respecto a las amenazas que normalmente les llegan a los funcionarios judiciales que tienen a su cargo la investigación del Terrorismo de Estado, Skidelsky reconoció que las tuvo, e incluso que fue víctima de un atentado, del cual no dio detalles. “En realidad no me quiero victimizar, pero más que amenazas fueron atentados directos. Que hasta ahora, Dios me protegió”, confió.
¿Hizo la denuncia?, se le consultó al juez. “No. Porque ‘del otro lado’ dirían que me quiero victimizar para salvarme de mis causas en el Consejo de la Magistratura. No quiero darle la oportunidad de que me digan eso”, respondió, y añadió: “Nunca hice la denuncia pero fueron amenazas concretas y hasta un atentado. Pero nos hemos salvado”.
Fuente: http://www.chacodiapordia.com/noticia.php?n=63015