En la primera audiencia del juicio oral, la declaración conjunta de tres peritos médicos oficiales complicaron la situación procesal de los expenitenciarios Sergio Chaile, José Pedrozo y Eduardo Martino, acusados de violar, torturar y asesinar a un detenido que había denunciado días antes a otros guardiacárceles.
Silvina Cabrera es la perito médico que realizó la autopsia y confirmó que el interno Luis Angel Gorosito Monterrosa murió por causa de las quemaduras que sufrió en el 65 por ciento de su cuerpo.
Esa afirmación fue corroborada con el testimonio que brindaron los peritos de la Asesoría Pericial de la Suprema Corte Emma Creimer y Miguel García Olivera. Los profesionales descartaron la hipótesis oficial que hablaba de suicidio, que la víctima se prendió fuego junto al colchón de su celda número 3 del pabellón 10.
En tanto, las lesiones en espalda y pecho que presentaba la víctima fueron a consecuencia de “un líquido caliente o combustible”. Además, en el cadáver no se hallaron restos de ácido cianhídrico que se desprende de la combustión de los colchones.
A su vez, los expertos validaron que Gorosito Monterrosa había sido violado en un horario compatible con la agresión.
La defensa de los acusados llevó a un perito de parte que intentó desacreditar la versión de los expertos de la Asesoría Pericial. Con distintos argumentos intentó establecer la hipótesis del colchón incendiado, pero esa postura fue descartada por los forenses de la Suprema Corte.
Al principio del juicio oral el abogado Andrés Vitali, defensor de Martino -quien al momento del hecho ocurrido el 24 de abril de 2004 era el director del penal ubicado en 520 y 176-, planteó que la causa contra su asistido estaba extinta por el paso del tiempo, ya que delito del que se lo acusa -omisión e evitar las torturas- tiene una pena máxima en expectativa de dos años, y como el llamado a juicio oral data del 16 de abril de 2007, “desde entonces pasaron largos cuatro años y por consiguiente la causa prescribió”. Con ese planeo intentó despegar a su asistido del proceso.
La fiscal de juicio Silvina Langone se opuso al planteo y los jueces del Tribunal Oral Criminal 4 de La Plata determinaron que se expedirán sobre el planteo al momento de dar a conocer el veredicto.
La primera testigo de la jornada fue María de los Angeles Monterosa, madre de la víctima, quien confirmó que el joven era maltratado en el penal y que el día que falleció debía presentarse en sede judicial a ratificar la denuncia que había realizado contra personal penitenciario de la Unidad Penal de Florencio Varela, quienes le propusieron asesinar a otro interno para obtener beneficios en su estadía carcelaria.
Veedores, ante el estrado
De la primera jornada del juicio oral participaron como veedores el titular de la Comisión Provincial por la Memoria, Hugo Cañón; su par del Comité contra la Tortura, Félix Cirpiano Gracía; Rosa Bru, por la Asociación Civil Miguel Bru; y la abogada Alicia Peralta, en representación de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Plata.
La audiencia se retomará hoy a las 8.30 con el relato de otros testigos, con otros interrogatorios propiciados por la fiscal Silvina Langone y el representante del particular damnificado Javier Percow.
Un balde de diez litros de combustible
El juicio oral que ventila el Tribunal IV -Emir Caputo Tártara, Juan Carlos Bruni e Inés Siro- tiene como foco una habitual mecánica que se repite en las unidades carcelarias bonaerenses. Y tiene que ver con muertes que se simulan como suicidios al interior de las celdas pero luego las pericias dan cuenta de homcidios, violentos, intencionales, con poca o ninguna defensa por parte de la víctima.
En este caso, los forenses dijeron ayer que el interno Gorosito recibió un baldazo de unos diez litros -como capacidad estimada- de combustible y luego fue prendido fuego.
Para los expertos resulta imposible que lo haya realizado como un acto de suicidio.
Fuente: http://www.diariohoy.net/accion-verNota-id-181213-titulo-Peritos_confirman_que_el_interno_fue_violado_y_prendido_fuego_