América Noticias puso en el aire anoche una nota sobre Carlos Eduardo Robledo Puch, el asesino serial más famoso del país que está preso hace 40 años en el penal de Sierra Chica , siendo el recluso más antiguo de la historia carcelaria argentina.
El periodista Facundo Pastor presentó el material, con testimonios de Robledo Puch, que se grabó dentro del pabellón donde se encuentra detenido, acusado de haber asesinado a 11 personas en los años setenta. Lo que sigue son algunas de las declaraciones más importantes:
«Me pregunto por qué tanto, tanto odio. Sienten temor, sienten miedo, por eso no me dan la libertad. No aguanto más, realmente no aguanto más. Estoy quebrado físicamente y quebrado anímicamente».
«Cinco integrantes de la Corte Suprema de La Plata me hicieron un cómputo nuevo del acta del 12 de julio de 1995. El juez federal de Mar del Plata, Roberto Falcone, que escribió un libro de derecho y todo, dice que yo debería haber salido en libertad hace 17 años. Lo rechazó un camarista de San Isidro».
«Yo fui usado, conmigo montaron una industria de radios, diarios, revistas. Montaron una industria porque caí justo cuando había una crisis institucional muy grande que desembocó en elecciones que las dio Lanusse. Conmigo distrajeron a la opinión pública. Me decíabn el Chacal, el Asesino con Cara de ángel, el Angel de la muerte. Crónica publicó con letras grandes: El enemigo público número uno».
«Cualquier ciudadano es vigilado y no se da cuenta porque te vigila con un operario de Edesur, un basurero, un cartonero disfrazado. No se podría afirmar, a ciencia cierta, si el condenado Robledo Puch, no representaría un peligro para la sociedad. Una barbaridad, es una barbaridad».
«La gente me recuerda como un adolescente de pelo largo y con rulos. Lo cierto es que me queda poco pelo y necesito anteojos para leer y escribir. El paso del tiempo, deja su impronta. Este medio que estamos utilizando es de comunicación audiovisual, razón por la cual no puedo estar más que a favor. De otro modo no podría evitar este mensaje a los habitantes del país y al resto del mundo».
«Pensaba subirme a un carguero en Retiro o viajar entre dos vagones hasta La Quiaca para pasar a Bolivia y salir del país. Pero como soy hijo único, adoraba a mis padres, y mi mamá me dijo: ‘Carlos, volvé’. No podía desoír un pedido de mi madre, nunca dejé de hacerle caso, no fui un chico rebelde. El hecho de haber caído preso es otra cosa, pero el respeto hacia mis padres y mis abuelos fue sagrado».
«Quisiera salir a misionar fuera del país para que mi vida tenga sentido. Una vez lo dije: no me queda otra posibilidad de hacer el bien hasta que me muera».
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/m1/1457182-realizaron-una-entrevista-a-carlos-robledo-puch