Acompañé a Susana Trimarco al comienzo de su lucha, cuando estaba desesperada porque todos los elementos de la investigación por la desaparición de su hija apuntaban a los prostíbulos y ya había logrado que varias chicas quedaran en libertad. Incluso estuve viviendo en dos oportunidades en su casa en Tucumán y hasta dormí en la cama de Marita; estaba la hijita que era chiquita y el papá. También me conecté con la madre Amelia, la monja de Las Mercedarias que la acompaña, porque ella también me había ayudado a mí en el caso de María Soledad. Era impactante ver cómo Susana usaba su propia persona como herramienta de investigación. Ella era la investigadora: no tenía temor de los lugares donde entró y donde viajó buscando a Marita. De hecho la historia nos muestra en tantos años por dónde anduvo y todo lo que averiguó.
Tengo que ser honesta, yo sentí una intuición negativa cuando Susana fue premiada en los Estados Unidos y por el gobierno argentino. No porque ella no lo mereciera, de hecho, estuve presente cuando la APDH le entregó un premio. Yo pensé que le daban un premio en dinero para armar una fundación que se dedicara a la prevención y así no siguiera buscando a Marita y no investigara más la red de prostíbulos. Entonces para mí hubo un antes y un después con Susana Trimarco. Pero también digo: “Gracias a Dios hubo un después”, porque llegó a este juicio.
Este juicio es para Tucumán, no para el país. Los que estamos en otras ONG, y trabajamos para otras Maritas Verón denunciamos que todo lo que dijo Susana Trimarco sucede en cada provincia. Los políticos y los policías se llenan los bolsillos de dinero. Acá en Corrientes, por ejemplo, la policía saca 8000 pesos por sábado por encubrir el funcionamiento de un prostíbulo donde posiblemente haya menores. Nosotros somos un país abolicionista y los prostíbulos siguen existiendo. Hacen la pantomima de cerrarlos y los abren por otro lado, con otro nombre, buscan la forma de legalizarlos. Esto significa que para el funcionamiento de los prostíbulos y de la trata –aquí estamos hablando de compra y venta de personas– tiene que haber aval policial, aval judicial y aval político.
Yo no conozco los nombres de quiénes están amparando a los imputados en Tucumán, pero podemos decir que hay avales superiores a nivel nacional. Porque la Policía Federal tiene su sede en Buenos Aires y la trata es un delito federal. Nosotros tratamos en enero el caso de una chiquita de 16 años por el que tuve que recurrir a Buenos Aires y no pasó nada. Nosotros encontramos a la chica que estaba en un psiquiátrico totalmente dopada y lo único que logramos fue que se la devolvieran a los padres. Suponemos que la tenían ahí para hacerla pasar por loca o en algún momento hacerla desaparecer porque era un psiquiátrico de puertas abiertas, de donde ya nos han desaparecido otras chicas. Esto pasa en todo el país y no olvidemos que son delitos federales. La trata y la droga funcionan juntas: no hay trata sin droga. Porque una de las metodologías que tienen las mafias organizadas en el crimen de la trata, es justamente tener a las chicas drogadas.
Creo que en el juicio por la desaparición de Marita Verón se va a hacer justicia y los imputados van a ser condenados. Lo que no vamos a lograr es saber qué pasó fuera de Tucumán, cuando trasladaron a Marita, porque sabemos que no la dejaron en Tucumán. La enfermera implicada –una de las primeras personas que dialogó con Marita para convencerla que se ponga el DIU y se haga una ecografía– no conoce a nadie más que los que pudieron haber actuado dentro de la clínica. Por eso digo que se va a hacer justicia con algunos pero no con la mafia del crimen. Esa red de mafias organizadas en el crimen de trata es invisible. Y me parece que es muy difícil que se encuentre a Marita Verón.
Por eso, por el momento, no creo en el rol reparador de la justicia. No quiere decir que no haya casos, no quiero ser taxativa, pero mientras tengamos un país donde la corrupción está institucionalizada, yo no creo. Y hablo por casos concretos, porque trabajo en el terreno. Casos en los que el jefe de policía cambia un comisario para poder restituir la fuerza de los prostíbulos de esta zona y el tráfico de drogas. A mí me han sacado los policías que venían trabajando en nuestros casos y han puesto policías corruptos. ¿Y dónde están los otros policías? De licencia, cobrando sueldo desde hace dos años sin trabajar. Lo que dice Susana Trimarco respecto de Tucumán y La Rioja es semejante a nuestras provincias y no tenemos cómo decirlo. Esto es inadmisible y no sale en los diarios. Los medios están comprados o pertenecen al oficialismo local y no nos publican nada.
En las zonas donde hay mayor pobreza es peor todavía. Hay gente extranjera que está hace cuatro años en Corrientes desapareciendo niños. Es la corrupción institucionalizada: la policía lo sabe, la justicia lo sabe, el municipio lo sabe, los gobernadores de las provincias lo saben. Yo pregunto: ¿la presidenta de la Nación lo sabe? Tiene que haber decisiones políticas muy fuertes para que Gendarmería erradique la corrupción y cambie completamente la concepción. Porque es la mentalidad lo que hay que cambiar. Y lo mismo decimos de los jueces. Tenemos jueces nombrados a nivel federal que son los más bravos y toman delitos federales. También hay que ver quién nombra a esos jueces y para qué se los nombra. Hablamos de la policía, de la justicia, de los empresarios, porque todo esto es un combo.
Desde el gobierno nacional no se está haciendo todo lo que se podría hacer. A veces uno siente que con algunos nombramientos de nuevos jueces se puede respirar un poco de aire fresco. Tiene que haber una decisión política muy honesta y convencida de que hay que erradicar la corrupción institucionalizada que sufrimos. Por ejemplo: la Ley de Trata es incompleta y no se va a completar sin decisión política. Porque la trata es necesaria para algunos; no lo digo yo sino quienes deciden políticamente. Es insuficiente entonces mientras no se penalice al cliente. ¿A quién se penaliza? Los prostíbulos existen camuflados y están amparados por los municipios. Dentro de estos prostíbulos es donde se comercializa el negocio de la trata. ¿Para dónde son las chicas que secuestran? Algunas son secuestradas y a otras se las compra directamente.
Somos muchas las organizaciones y personas que buscamos incidir en las políticas públicas para que la ley se modifique. Yo espero que este juicio nos dé fuerza y sea el puntapié inicial para lograr una ley como la que deseamos. Mientras el machismo patriarcal de nuestra generación argentina y latinoamericana esté vivo y presente en este consumo del sexo, tendremos leyes que no beneficien a las mujeres. Ni tampoco a muchos hombres.
Fuente: http://tiempo.infonews.com/2012/03/16/editorial-70424-trata-de-mujeres-una-red-invisible.php