La Asociación Pensamiento Penal celebra la realización de la Mesa de Diálogo llevada a cabo el 28 de diciembre en la Unidad Penal 1 de Olmos a los fines de escuchar los reclamos de las personas privadas de la libertad y analizar las medidas a adoptar para revertir las situaciones más graves y acuciantes del sistema penitenciario bonaerense, encuentro del que participaron internos de la propia UP 1, 8 (mujeres), 9 (Gorina) y 31 (Florencio Varela), además de funcionarios gubernamentales, de otras reparticiones e integrantes de organizaciones de la sociedad.
La concreción de la Mesa de Diálogo representa el reconocimiento estatal del rol de las personas privadas de la libertad como actores principales para el diseño de las políticas penitenciarias, lo que constituye un hecho trascendente, que debe ser destacado.
También debe ponerse de manifiesto el claro y certero diagnóstico trazado por las personas privadas de la libertad sobre la situación carcelaria bonaerense, acerca del que existió una generalizada coincidencia entre la concurrencia, lo que demuestra el alto grado de madurez alcanzado por los internos referentes de la población reclusa.
El diálogo amplio y generoso para procurar revertir las peores facetas del sistema penitenciario no puede ni debe agotarse en palabras y buenas intenciones. Los poderes públicos deben adoptar urgentes medidas para atender la crisis histórica del sistema.
En ese sentido y en lo inmediato el Poder Ejecutivo debe asignar los recursos necesarios para atender a condiciones de alojamiento dignas (alimentación, salud e instalaciones acordes para la vida de las personas), además de promover y facilitar el acceso a la educación en todos sus niveles y el trabajo remunerado de acuerdo a la ley.
El Poder Legislativo debe abandonar la insistencia en los fracasados experimentos de endurecimiento de las leyes de ejecución penal, promoviendo la progresividad de la pena, el reconocimiento de los esfuerzos individuales y los mecanismos para la reinserción en la vida libre.
Finalmente, el Poder Judicial debe abandonar la práctica del encarcelamiento indiscriminado e innecesario, recurriendo en su caso al empleo de métodos alternativos a la prisión y, entre ellos, los sistemas de control por monitoreo electrónico. Uno de los problemas más agudos del sistema penitenciario bonaerense es la sobrepoblación, con sus consecuencias deletéreas de violencia y hacinamiento, temática que es de la exclusiva incumbencia y responsabilidad de los jueces.
La Asociación Pensamiento Penal apoya decididamente la institucionalización de la Mesa de Diálogo y su réplica en el resto de las unidades penitenciarias de la provincia y el país, alternativa que representa una posibilidad concreta de encontrar soluciones duraderas a problemas endémicos.